sábado, 19 de febrero de 2011

9. LEER LA BIBLIA DESDE LA FE


Texto bíblico: Evangelio según san Juan 3, 1-21 y 20, 31.

1. Ambientación

   La Biblia, en sus aspectos humanos, nos manifiesta cómo es el hombre, cuáles han sido sus problemas y expectativas desde los principios hasta el día de hoy.
   Pero, la Biblia es un libro distinto, porque relata la actuación de Dios en la historia del pueblo de Israel y de las primeras comunidades cristianas. Y la Biblia es, sobre todo, Palabra de Dios, porque nos revela quién y cómo es Dios, cuál es su proyecto hacia los hombres y qué quiere de nosotros.

Hay que acercarse a la Biblia y hacer: 

·         una lectura crítica: conocer lo que el autor quiere decir (Vaticano.ll, Dei Verbum 12).
·         una lectura profunda: darse cuenta de su importancia para la vida.
·         una lectura creyente: desde la fe (Vaticano II, Dei Verbum 5), por la que el hombre se confía plenamente a Dios ya su Palabra.

2.  Vemos la realidad

   Cuando los cristianos escuchamos o leemos la Biblia, generalmente, la acogemos como una orientación para nuestra vida. Muchos, si leen libros de espiritualidad, prefieren leer y orar con tales libros, a veces demasiado piadosos, que fomentan una devoción sentimentalista y milagrera.
  
   No piensan que la Biblia contiene material abundante, tanto para la reflexión como para la oración. Y además, todo ello está garantizado por la larguísima tradición de creyentes del Antiguo Testamento y los grandes cristianos del Nuevo Testamento y de toda la tradición de la Iglesia.

   ¿Qué piensa el grupo de esto?

3.  Leemos la Palabra de Dios (Leer los textos señalados)

Explicación

   El Evangelio de Juan se escribió para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios; y para que, creyendo tengan en él vida eterna (20, 31). Todos lo signos milagrosos tienden a despertar y aumentar la fe en Jesús, como Hijo de Dios.

   En el diálogo con Nicodemo se ve claramente la intención del autor del cuarto Evangelio. Lo esencial del mensaje de Jesús no son los signos que él hace, sino que acepten a Jesús como revelador del Padre. Y le dice a un fariseo, conocedor, por tanto, del Antiguo Testamento. Y, como buen fariseo, apoyaba su salvación en los propios méritos (religión), no en la donación de Dios (fe). Tanto amó Dios al mundo, que le dio a su Hijo único (Jn 3, 16).

Reflexión

a.     La fe criterio fundamental para leer la Biblia

    El hombre de fe ofrece a Dios y a su Palabra el homenaje total de su entendimiento (ciencia) y su voluntad (libertad). Y asiente y se adhiere libremente a lo que Dios revela (Vaticano II, Dei Verbum 5). Su respuesta no es la de un investigador o científico. Es una respuesta de confianza, de hijo. El que no tiene fe también puede leer la Biblia. Pero, sólo el que tiene fe podrá captar el sentido más propio y profundo de los textos bíblicos.



b.  La Biblia conduce a la fe

   La Biblia no es sólo para ser leída desde la fe. Es para conducir ala fe y para aumentarla.


La Biblia es evangelizadora, misionera. Nos dice el Evangelio de Juan en el texto citado (20, 31).





   La Biblia no es un conjunto de verdades para creerlas, ni de dogmas para afirmarlos. La Biblia ) es para informar, sino para formar; no es para instruir, sino para convertir-

c.  La Biblia es una manifestación de Dios
   La Biblia descubre al hombre en su interioridad. Y también lo descubre en su relación con Dios con los demás. Por eso, la Biblia es una revelación,  manifestación,  epifanía de Dios (teofanía). Nos descubre lo que Dios ha realizado y sigue realizando a favor de los hombres. Cuáles son sus deseos más hondos y sinceros; cómo es él, a dónde nos quiere conducir y guiar.

   La Biblia se lee para:

·         oír la voz de Dios,
·         contemplar sus maravillas y
·         contemplarle a él mismo.

   No según las falsas imágenes que de Dios podamos tener. Sino, para dirigirnos a él como el mismo Jesús nos manifestó, tratándole de Abbá (papá-mamá).

  Y Dios se nos revela cuando nos acercamos a la Palabra con actitud orante, diciendo en nuestro interior: Habla, Señor, que tu siervo escucha (1 Sm 3, 10), como el niño Samuel cuando oyó la voz de Dios. Con el deseo de reconocerse en el texto que se lee. Sigamos el consejo de san Efrén: Antes de leer la Biblia, ruega a Dios que se te revele.

d.  Leer la Biblia en v desde el Espíritu

   Para profesar esta fe, son necesarias la gracia de Dios que previene y ayuda, y los auxilios 'ternos del Espíritu Santo, el cual mueve el corazón y lo convierte a Dios, abre los ojos de la mente y da a todos la 'suavidad en el aceptar y creer la verdad'. y para que la comprensión de la revelación sea más profunda, el mismo Espíritu Santo perfecciona constantemente la fe por medio de sus dones (Vaticano II, Dei Verbum 5).

   El Espíritu no sólo inspiró a los autores sagrados para escribir la Biblia, sino que continúa inspirando al lector de hoy para entender correctamente el texto. Porque la Escritura está inspirada no sólo porque fue escrita por el influjo del Espíritu, sino porque en ella está presente mismo Espíritu.

   La Biblia es un libro vivo, un texto que respira, una palabra actual. Por eso, el mismo documento Dei Verbum nos aconseja:  La Escritura se ha de leer con el mismo Espíritu con el que fue escrita (12).

   La Biblia, pues, exige un lector no sólo humano, sino creyente.

4.  Dialogamos y confrontamos nuestra realidad a la luz de la Palabra

·         ¿Qué podemos dialogar sobre este tema? ¿Recurrimos a la Biblia en diferentes momentos de ánimo en que nos encontremos: gozo, tristeza, contradicción, disgustos, buenas noticias, etc.?

·         ¿Qué nos parece esa costumbre que algunos cristianos tienen de abrir la Biblia por cualquier texto, al azar, para ver lo que el Señor me dice? ¿Será esto una buena práctica?



·         La Palabra de Dios proclamada en la Liturgia ¿nos sirve de meditación y de oración? Para nuestra oración y devociones, ¿de qué libros nos servimos? ¿Rezamos los salmos en la Liturgia de las Horas?


5. Nos comprometemos

·         Podemos comentar en estos momentos la tarea asignada para la casa. ¿En qué texto de la Biblia nos vemos reflejados y por qué?

·         Llevaremos esta tarea para hacerla en casa. Tomar un salmo o el Magníficat o un texto de alabanza de las cartas de san Pablo y trataremos de hacerlo oración. En las mismas Biblias que tenemos, podemos leer antes el sentido de ese salmo o cántico. Lo comentaremos al grupo en la próxima reunión.


1.     Juntos oramos

Te damos gracias, Padre, porque esta Palabra,
pronunciada hace dos mil años,
sigue siendo viva y eficaz entre nosotros.

Reconocemos nuestra impotencia e incapacidad
para comprenderla y dejarla vivir en nosotros.
Ella es más poderosa y más fuerte
que nuestras debilidades,
más eficaz que nuestra fragilidad,
más penetrante que nuestras resistencias.

Por eso, te pedimos, Padre,
que nos ilumines con tu Palabra
para que la tomemos en serio
y nos abramos a aquello que nos manifiesta,
para que confiemos en ella
y le permitamos actuar en nosotros,
de acuerdo con la riqueza de su poder.

Madre de Jesús, que confiaste sin reservas,
pidiendo que se cumpliera en ti
la Palabra que te fue dirigida,
danos el espíritu de disponibilidad,
para que volvamos a encontrar
la verdad sobre nosotros mismos.

 Haz que  podamos ayudar a todos los hombres
a encontrar de nuevo la verdad de Dios sobre ellos.

Haz que la encuentre plenamente el mundo
en el que vivimos y al que queremos servir.

Te lo pedimos, Padre,
por medio de Jesucristo, tu Palabra encarnada,
por su muerte y resurrección,
y por el Espíritu Santo,
que renueva constantemente en nosotros
la fuerza de esta Palabra. Amén.

                                                     (Cardenal Caria María Mar1ini)

FICHA DE AUTO-EVALUACIÓN

(Ponga una señal debajo de V o de F, si cree que la afirmación propuesta es verdadera o falsa)

1.     La Biblia, para que produzca frutos auténticos, tiene que ser leída desde
      la fe........................................................................................................................... V         F

2. El cristiano, además de acercarse a la Biblia desde la fe, lo ha de hacer,
    también con una actitud científica ............................................................................. V          F

3.  El que no tiene fe no entenderá lo más genuino de la Biblia, aunque sea
     un científico.........................................................................................................    V         F

4.  La Biblia, además de revelarnos quién es Dios, nos envía a nosotros a que
    lo manifestemos a los demás, aunque no estemos debidamente preparados.......  V       F

5. La Biblia no es un conjunto de verdades con la finalidad de que sean
    creídas y aceptadas ................................................................................................  V      F

6. Las palabras epifanía, teofanía, manifestación y revelación significan lo
    mismo ......................................................................................................................   V     F

7. Es posible que tengamos, en nuestra vida cristiana, falsas imágenes o
    conceptos sobre Dios, como lo tuvieron los hebreos ............................................... V     F

8.  El Espíritu Santo continúa inspirando hoya los lectores de la Biblia, como
    inspiró a los escritores de los libros sagrados .......................................................... V     F

9. La Biblia ha de leerse, no como la escribieron sus autores, sino como
    enseña hoy la Iglesia ................................................................................................ V     F

10. Al cristiano de hoy, le es suficiente con leer, interpretar y orar la Biblia ................. V    F

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