1. La Palabra se hace oración
Para el creyente, la lectura y el estudio de la Biblia no termina en un conocimiento mejor de los diversos libros, que nos presentan la palabra de Dios. La Palabra quiere entrar en el corazón y en la vida del cristiano, desde una experiencia de fe.
Por eso, el estudio de la Biblia no termina aquí. Porque la Biblia es el mensaje, la comunicación de Dios a nosotros y el creyente recibe el mensaje a través, sobre todo, de la oración.
El cristiano debe convertir la Palabra en tema de constate diálogo orante con el Señor. Es más: hay que orar la Palabra , hay que dejar que la Palabra ore en nosotros. La Palabra sea la que impulse nuestros sentimientos en la oración (Ver: Gal 4, 6; Rom 8, 15).
2. ¿Qué es la lectura orante de la Palabra ?
Se la llama tradicionalmente lectio divina. Es un método muy antiguo y experimentado en la historia de la Iglesia. El Concilio Vaticano II lo ha recuperado y lo ha propuesto a los fieles.
No es sólo una lectura. Es una proceso que nos lleva a la oración con la Palabra y desde la Palabra. Dios nos habla. y le respondemos con sus mismas palabras, convertidas ya en parte de nuestra vida.
Se trata de encontrarnos con el que es la Palabra , el Verbo, la Palabra definitiva del Padre, Jesús de Nazaret. En él se centra todo el mensaje y eficacia de la Biblia. Él es el centro y la explicación de toda la Palabra de Dios.
La lectura orante es, pues, el diálogo de oración (alabanza, acción de gracias, petición de perdón y petición de gracias) entre Dios y el creyente, por medio de la Palabra. Dios habla a través de su Palabra. y el orante le responde en la oración.
3. Pasos de la lectura orante de la Palabra
1. Lectura (Qué dice el texto bíblico, qué mensaje tiene esta Palabra)
· Leer el texto de la Biblia , despacio. Volver a leerlo.
· Se puede leer también otro textos parecidos.
· Es conveniente leer además algún comentario que nos ayude a entender mejor el texto.
· Hay modos sencillos de captar el mensaje. Como preguntarnos:
- qué personas intervienen en este pasaje.
- qué dicen, qué hacen.
- qué actitudes reflejan.
2. Meditación (Qué me/nos dice esta Palabra)
· Asumida la Palabra , la tenemos que digerir, rumiarla.
· Es la reflexión sobre el mensaje de la Palabra.
· Nos preguntamos:
- qué criterio y valores me/nos enseña la Palabra.
- qué situación se daba entonces, cuando se realizó esta acción o se pronunció estas palabras.
- qué situación existe hoy entre nosotros, parecida a aquella de entonces.
- qué me/nos dice la Palabra para la actual situación.
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3. Oración (Qué respuesta damos al mensaje de la Palabra )
· Si Dios nos ha hablado con su Palabra, nosotros. le respondemos con la oración.
· Si la Palabra ilumina nuestras zonas de pecado, oramos pidiendo perdón.
· Si la Palabra nos enseña a leer nuestra historia, la oración se hace acción de gracias, porque es historia de salvación.
· Orar la propia vida, iluminada por la Palabra.
· La Palabra es: encuentro y diálogo.
4. Contemplación (Simplemente estar con el Señor)
· Llamen en la oración y se les abrirá en la contemplación (Guido el Cartujo).
· Es la cumbre de la experiencia con el Señor, que nos habla.
· Es la fascinación ante el rostro del Señor, como quien pierde la vista, el oído, el pensar.
· Doblo mis rodillas ante el Padre... Así podrán comprender, junto con todos los creyentes, cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad del amor de Cristo, un amor que supera todo conocimiento; de esa manera los desbordará la plenitud misma de Dios (Ef 3 , 14 y 18-19).
5. Discernimiento (Qué es lo que Dios quiere de mí)
· Discernir es proyectar el mensaje de la Palabra a mi/nuestra vida.
· Preguntarnos: ¿Qué quieres, Señor, que haga?
· Recibimos la luz desde la Palabra , para ver qué tenemos que hacer: actitudes, palabras, sentimientos, acciones, valores, criterios...
· Ver y relacionar la Palabra con los signos de Dios: los signos de los tiempos.
· Relacionar: Palabra-vida, vida-Palabra.
5. Comunicación (Qué me dice Dios por medio de los demás y qué me dice Dios para los demás)
· Es comunicar los ecos que la Palabra ha resonado en mi interior.
· Es compartir con otros la luz y fuerza de la Palabra.
· En un clima de oración. No, de discusión.
· Escuchar la voz de Dios es imposible sin escuchar a los demás, particularmente el grito de los oprimidos, de los marginados, de los pobres despreciados, de los enfermos (8. Haring).
· El auténtico encuentro con Dios nos lleva al encuentro con los hermanos.
7. Acción-decisión (Qué compromiso hago/hacemos)
· La Palabra la hemos de llevar a la vida, para transformar la realidad (personal, familiar, social, eclesial).
· La vida cotidiana es el banco de prueba de nuestra sinceridad y respuesta a la Palabra.
· Es la hora del compromiso y testimonio de vida. La hora de hacer los propósitos.
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