sábado, 19 de febrero de 2011

11. LEER LA BIBLIA DESDE JESUCRISTO


Texto bíblico: Evangelio según san Lucas 4,14-28

1. Ambientación

   Los discípulos de Emaús, después de reconocer a Jesús Resucitado al partir el pan,  comentaban entre sí: ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino mientras nos explicaba las Escrituras? (Lc 24, 32).

   Jesús es el que descubre el secreto, misterioso muchas veces, del Antiguo Testamento. Él es la clave para descifrar todo lo que de él dijeron y escribieron los autores sagrados. Y hoy lo sigue siendo para nosotros. Jesucristo es el exégeta y la exégesis, el mejor intérprete y la mejor interpretación. Él es el que interpreta la Biblia y en él queda interpretada toda la Biblia. A la luz  de Jesucristo, hemos de interpretar tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento. Lo veremos este tema.

2. Vemos la realidad

   Nuestro diálogo puede centrarse hoy en estas preguntas:

·         ¿Cómo vemos a Jesús de Nazaret en relación con el Antiguo Testamento? Sabemos que todas las profecías apuntan hacia él. Pero, ¿nos acordamos de esto cuando escuchamos o  leemos el AT?

·         Entonces, si lo más importante es Jesucristo en el proceso de la revelación, ¿para qué sirve el AT? A nosotros hoy, ¿nos es útil y necesario estudiar y leer el AT? ¿Por qué?


3.  Leemos la Palabra de Dios  (Leer el texto señalado

Explicación

   Hay muchos textos donde se dice que el AT (con sus temas esenciales: promesa, alianza, profecía, Mesías...)  mira y se refiere a Cristo. Es más. Se puede afirmar que el AT no se entiende si no es en la persona y  misión de Jesucristo. Ni se lo puede explicar de otro modo. Por ejemplo: todo el Evangelio de san Mateo es una referencia constante al AT de la vida, palabras y hechos de Jesús. Así, muchas afirmaciones dicen: Esto se hizo para que se cumpliera la Escritura...

   Y Jesús en el sermón de la montaña, va contraponiendo la ley del AT con la promulgación de  la nueva Ley del Evangelio: Han oído que se dijo... Pero yo les digo (Mt 5-7).

   El texto leído de san Lucas nos describe a Jesús como: lector, oyente, catequista, exégeta y actualizador de la Palabra. Él se aplica el texto de Isaías. Como si dijera: "estas palabras las lo dijo el profeta  por mí y para mí". Hoy se ha cumplido ante ustedes esta profecía (11 21).

Reflexión

a.     Cristo es el mediador y la plenitud de la revelación

    La verdad de Dios y de su salvación, que transmite la revelación, resplandece en Cristo.

   Él nos ha dado a conocer su plan salvífico, que había decidido realizar en Cristo, llevando su proyecto salvador a su plenitud al constituir a Cristo en cabeza de todas las cosas, las del cielo y las de la tierra (Ef 1, 9-10).

   El sentido de esa mediación lo explica la Dei Verbum 4, citando la Carta a los Hebreos 1, 1-2:
   Dios habló a nuestros padres en distintas ocasiones y de muchas maneras por los profetas. Ahora, en  esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo... Pues envió a su Hijo, la Palabra eterna...para que habitara  entre los hombres y les contara la intimidad de Dios. Jesucristo, Palabra hecha carne, habla las palabras de Dios y realiza la obra de la salvación, que el Padre le encargó...:.El lleva a la plenitud toda revelación.

b.     El Antiguo Testamento mira a Cristo

   Cristo da unidad y sentido a toda la Escritura. Él es el que da pleno sentido, la totalidad de su  significado a toda la Biblia. En él se iluminan tanto lo que dijeron los profetas como lo que esperaron los creyentes del Antiguo Testamento.

   Estudien apasionadamente las Escrituras, pensando encontrar en ellas la vida eterna; pues bien, también las Escrituras hablan de mí (Jn 5, 39).

   Cristo es el Amén, el testigo fiel y verdadero, el que está en el origen de las cosas creadas por  Dios (Ap 3, 14).

   Cristo es la Palabra definitiva dicha por el Padre. Dios ya no tiene más que decir. Todo lo dijo a través de su Hijo. Ya no hay que esperar otra revelación.

c.  Cristo es el mediador v el oyente de la Palabra  

   Las indicaciones que nos da Lucas en el texto citado resaltan de Jesús: su participación en la  escucha de la Palabra en la sinagoga de Nazaret, su dignidad, su creatividad y su audacia al  aplicarse el texto de Isaías. Lo que provocó las iras de sus conciudadanos.

   A lo largo de los Evangelios aparece Jesús citando con frecuencia textos del AT. Y morirá en la  cruz recitando la oración del salmo 22 (21).

   Jesús, como buen israelita, sabía de memoria muchos textos del AT. Los meditaba y los convertía en su oración, diálogo con el Padre. Jesús es el orante de la Palabra. Tanto, que él mismo queda identificado como la Palabra del Padre.

d. La Palabra, alimento fundamental de Jesús

   La oración de Jesús se basa en los salmos. En su predicación, demuestra que tuvo un profundo conocimiento de la Escritura. En sus réplicas a los fariseos, abundan las referencias al  Pentateuco y a los Profetas. Deja entrever un buen conocimiento de la historia y tradiciones de  su pueblo. Rechaza las tentaciones con la Palabra. Reza en la Última Cena los himnos que todo piadoso judío estaba obligado a recitar. La Palabra es su alimento. Y afirma que el hombre ha  de vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mt 4,4).

   Es decir, la Palabra en Jesús no fue una circunstancia casual en su vida, sino la circunstancia, la referencia fundamental

e. En Jesús,  la Palabra:

·         Se personaliza: él mismo es la Palabra encarnada.

·         Se radicaliza: Jesús limpia y libera de las glosas históricas la Palabra (Mt 15, 6). Descubre su auténtica originalidad e intencionalidad. 

·         Se re-crea:  Jesús crea un nuevo lenguaje sobre Dios. Quedaban admirados de su doctrina porque hablaba con autoridad (Mc 1, 22). Vuelve a recuperar la tensión profética. En Jesús, deja Dios de pronunciar palabras, para pronunciarse a sí mismo. Jesús inaugura un lengueje nuevo. Pone en contacto la Palabra con el marginado. El lenguaje de Jesús, para los fariseos, se vuelve heterodoxo, herético. Pero, a los sencillos los llena de esperanza.

·         Al hombre le queda la actitud de acoger gratuitamente la salvación como gracia, como don, al comprobar la imposibilidad del cumplimiento de la Palabra (Mt 19, 25).


4.  Dialogamos y confrontamos nuestra realidad a la luz de la Palabra  

·         La revisión de vida, personal y grupal, puede ir por estos cauces:

-          ¿Cómo nos sentimos ante la Palabra de Dios? ¿La escuchamos, la leemos, la meditamos, la convertimos en oración, tratamos de vivirla? O simplemente, nos limitamos a escucharla o poco  más?

-          Conforme avanzamos en la reflexión de la Palabra, ¿qué hemos aprendido de nuevo? ¿En qué se nota en nuestra vida? ¿Podemos decir que la Palabra es el centro de nuestra vida  espiritual? O ¿preferimos otros libros, otros rezos. que no sea la Palabra? Es decir, ¿vamos sacando gusto a la lectura y oración con la Palabra?

5. Nos comprometemos

·         Hemos intentado, desde la última reunión, hacer la oración personal siguiendo el método de  la lectio divina. ¿Cómo nos ha resultado?

·         Nos comprometemos en grupo a seguir haciendo lo posible por saborear la Palabra de Dios. iNingún día sin la Palabra! Éste debería ser nuestro compromiso. Seguiremos meditando la  Palabra con los pasos de la lectio divina.

6.  Juntos oramos

·         En una pausa de silencio, pedimos al Señor que hagamos todo lo posible para llegar a hacer de la Palabra el centro de nuestra vida cristiana. La Palabra esté en mi mente, en mi corazón y a en mis pasos.


Voy a escuchar lo que dice el Señor   (Interpretación libre del salmo 85 (84)

Voy a escuchar lo que dice el Señor.
Me canso de las palabras de los hombres;
palabras tantas veces orgullosas y violentas;
interesadas,
palabras engañosas y vacías,
superficiales.

Voy a escuchar lo que dice el Señor.
La Palabra del Señor es verdadera:
es fuego y espada;
es brisa, susurro, miel y perfume;
es tempestad y lluvia mansa;
es música que embelesa.

La Palabra de Dios anuncia la paz,
a su pueblo ya sus amigos.


La Palabra anuncia la paz
a todos los pueblos, que son sus amigos.

La Palabra es la Paz,
regalada a todos sus amigos,
es nuestro Señor Jesucristo.

Tu Palabra, Señor, es misericordia y salvación.
Mándanos tu Palabra, envuélvenos en tu misericordia.
y sálvanos.

La Palabra del Señor
está ya cerca de sus fieles,
y será nuestra salvación.
La Palabra del Señor
habitará en nuestra tierra
y será nuestra gloria.
La Palabra del Señor vivirá en nuestro corazón
 y será nuestro tesoro.

La misericordia y la fidelidad se encuentran
en nuestro Señor Jesucristo.
La generosidad y el amor se abrazan
en nuestro Señor Jesucristo.

Jesucristo: nuestra justicia,
nuestra paz y nuestra gloria,
nuestra salvación.
Palabra que se oye en el cielo
y semilla que
brota de la tierra.

Llueve la palabra de Dios ,
y nuestra tierra dará su fruto
en el vientre de María. 

La justicia marchará ante él;
la salvación seguirá sus pasos,
pasos llenos de gracia y misericordia. 

                                                                           (Rafael Prieto)

FICHA DE AUTOEVALUACIÓN

(Ponga una señal debajo de V o F, si cree que la afirmación propuesta es verdadera o falsa)

1.     Cuando leemos la Escritura del AT no es necesario hacer ninguna referencia
      a Jesús de Nazaret, porque eso ya lo hacen los libros del NT.......................................    V      F

2.     A los cristianos de hoy nos basta con leer el NT, porque en él encontramos la
      revelación total en Jesucristo ........................................................................... .............    V      F

3.     Se puede decir que el NT no se entiende bien si no se comprende el sentido
     del AT................................................................................................................................     V    F 

4. La plenitud de la revelación que Dios da al hombre se realiza plenamente en  
 Jesús.................................................................................................................. .................    V     F

1.     Cristo es la Palabra definitiva dicha por el Padre. Luego, el mensaje del AT
      queda ya en el pasado ....................................................................................................   V     F

2.     La oración de Jesús se basa en la oración del AT, principalmente en los
      salmos..............................................................................................................................   V      F

7.   Jesús y la Palabra se identifican .....................................................................................    V     F

8.   Jesús crea un nuevo lenguaje sobre Dios. En Jesús, Dios deja de pronunciar
       palabras para decir la única Palabra, el Verbo.................................................................   V     F

9.   Lo típico del NT es que actualiza los grandes temas del AT, como son:
      promesa, liberación y alianza.............................................................................................   V    F

1.     Acoger la salvación gratuita que nos viene de Dios es la actitud básica del
      cristiano..............................................................................................................................   V     F

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