La Biblia contiene preciosas verdades procedentes de Dios. Nos dice cuál es el propósito de la vida, la causa del sufrimiento humano y lo que le espera a la humanidad.
"Cuando estaban a la mesa, les echo en cara su incredulidad y dureza de corazón" Mc 16, 9-15. A veces por andar entre misterios nos acostmbramos a lo sobrenatural y de ahí la incredulidad o falta de sensibilidad espiritual.
·Prepara tu ánimo para entrar en la oración. El Señor te va a dirigir su mensaje por medio de su Palabra. Por tu parte, deja a un lado todo lo que te puede distraer de este encuentro con el Amado, en silencio y en diálogo.
·Sólo el silencio te hará escuchar el intercambio que el Señor quiere ofrecerte.
·Orar es: callar para escuchar, callar para tener hambre de la Palabra, callar es posibilitar que la Palabra te diga los secretos de Dios.
·Orar es:hacerse consciente de la llamada de Dios a la interioridad. Y abrirse a esa llamada como tierra reseca, agostada, sin agua.
·Orar es:sentirse habitado por el Señor, en el silencio de uno mismo, para admirar a Dios, que quiere estar contigo para siempre.
·Invocamos al Espíritu, que es el gran Artífice de este encuentro de paz, silencio y amor.
2. LEE LA PALABRA DE DIOS (Jn 20, 19-31)(Qué dice la Palabra de Dios)
Contexto bíblico
·Este relato confirma el cumplimiento de las promesas hechas por Jesús a los discípulos.
-Jesús había dicho: Regresaré con ustedes (Jn 14, 18). Y ahora nos dice: Jesús se presentó en medio de ellos (Jn 20, 19).
-Jesús había prometido: Dentro de poco volverán a verme (Jn 16, 16). El evangelista afirma: Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor (Jn 20, 20).
-Jesús les anunció el envío del Espíritu (Jn 14, 26; 15, 26; 16, 7) y con él, la paz (Jn 16, 33). Y el evangelista nos trae las palabras de Jesús: La paz esté con ustedes… y reciban el Espíritu Santo (Jn 20, 21ss).
-Jesús afirmó: Me voy al Padre (Jn 14, 12). Y el evangelista nos trasmite las palabras de Jesús, que ratifican la promesa cumplida: Voy a mi Padre, que es el Padre de ustedes (Jn 20, 17).
1. Con las puertas cerradas por miedo a los judíos (v. 19)
·Con expresiones gráficas nos narra el evangelista la situación lamentable de los discípulos:
-Por la tarde (noche), con las puertas cerradas, llenos de miedo. La noche es el signo de las tinieblas y de las dudas de fe.
·Están los discípulos sumergidos en la antigua creación. No han experimentado la luz del Resucitado, el domingo, el primer día de la semana, de los nuevos tiempos, de la nueva creación.
·Los discípulos, no sólo no esperaban ver a Jesús Resucitado, sino que estaban predispuestos a todo lo contrario. A María Magdalena lo único que se le ocurre, al ver el sepulcro vacío, es que han robado el cuerpo de Jesús. Y cuando Magdalena va a anunciarles que había visto al Señor; ellos, a pesar de oír que estaba vivo y que ella lo había visto, no creyeron (Mc 16, 11).
·Sólo desde la fe se puede aceptar la revelación de que Jesús resucitó y está vivo entre nosotros. Tanto los vestidos blancos como los ángeles hacen referencia al ámbito de lo divino y de la fe.
·Podemos afirmar que Jesús está resucitado y creerlo firmemente. Pero, el testimonio de vida nos dirá y dirá a los que nos vean que de verdad creemos en Él y que va recreando las personas, el tiempo y los sucesos de nuestra historia. Sólo con Jesús Resucitado podemos vencer todos los miedos, dudas y persecuciones.
2. Reciban el Espíritu Santo (v. 22)
·El evangelista nos describe los signos de la presencia del Resucitado:
1. La donación de la paz. La paz esté con ustedes (v. 21). Para quitar el miedo, Jesús les da la paz. Repetidas veces nos trasmiten los evangelistas estas palabras del Resucitado. Es el fruto del encuentro con que arrebata el miedo, trae la vida y la esperanza y devuelve el sentido de la existencia como personas y como discípulos.
2. La donación del Espíritu. Reciban el Espíritu Santo (v. 22). El Espíritu es el soplo de vida. Es el mismo soplo que dio vida al primer ser humano (Gn 2, 7). El aliento del Creador confirió la vida al primer ser humano. Ahora, el soplo del Resucitado, que transmite el Espíritu, quiere recrear al ser humano. La fe en la resurrección conduce a afirmar y defender la vida y luchar contra todos los signos de muerte.
3. El perdón de los pecados. A quienes les perdonen los pecados, Dios se los perdonará (v. 22). El Resucitado otorga la salvación, y perdona la deserción y abandono de los discípulos en los momentos de la pasión y muerte del Maestro. No reciben por su traición ningún reproche ni les exige ningún gesto de reparación. El Resucitado trasmite a los discípulos su mismo poder para que, en su nombre, ellos mismos, débiles y pecadores, perdonen los pecados de sus semejantes.
3. Dichosos los que han creído sin haber visto (v. 29)
·La persona y conducta de Tomás representa a muchas personas que, llenas de dudas, quieren razonar y comprobar el ámbito de la fe. Como Tomás, buscamos certezas a la medida de nuestras limitaciones humanas.
·Pero el proceso de la fe comienza por “ver” las señales del Resucitado en los mismos seres humanos y en la realidad en que vivimos. Son las señales y las llagas de los que sufren. Y el testimonio de todos aquellos que superan las dudas afirmando al Resucitado.
·Hay que escuchar la Palabra, que nos habla de muchas maneras y para todas las ocasiones. Hay que reconocer el testimonio de los que cambian y entregan su vida porque creen en el Resucitado, como les sucedió a los discípulos. Hay que integrarse en la comunidad de la Iglesia, donde se presenta el Resucitado con sus dones: paz, perdón, Espíritu.
3. MEDITA (Qué me/nos dice la Palabra de Dios)
·Si, con un acto radical de fe, me entregara del todo a Jesús Resucitado, mi vida sería otra.
·Si, con un acto radical de fe, me decidiera a experimentar la paz y el perdón del Resucitado…
·Si, con un acto radical de fe, me dejara conducir por la Palabra y el Espíritu, podría experimentar la bienaventuranza: Dichosos los que han creído sin haber visto.
4. ORA (Qué le respondo al Señor)
·Jesús Resucitado, quiero decirte que no necesito milagros para entregarme y confiar en Ti. Tú eres el mayor milagro de toda la historia. Porque el Padre te resucitó, para que también nosotros resucitemos contigo.
·¡Señor mío y Dios mío! ¡Mi Dios y todas mis cosas! ¡Tú eres el Bien, todo Bien, Señor Dios, vivo y verdadero!
5. CONTEMPLA
·A Jesús, que te muestra las llagas de su dolor en tantos que sufren.
·A las personas de tu entorno. ¿Ves que sufren, en su cuerpo, en sus sentimientos, en su fe? ¿Ves que andan desviados del Resucitado? ¿Ves que caminan sin rumbo? En espíritu, descubre en ellos al Resucitado, ámalos, perdónalos, compréndelos, introdúcelos en la llaga gloriosa del costado de Jesús glorificado.
6. ACTÚA
·Daré testimonio con mis obras del Resucitado. Sacaré de mi interior: dudas, complejos, miedos, resistencias, perezas.
·Diré confiado y entregado: ¡Señor mío y Dios mío!
·Recitamos el salmo 118 (117). Repitamos el estribillo: Éste es el día en que actuó el Señor.
"Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces" Juan 21, 1-4. Con Cristo resucitado podemos echar las redes donde él nos diga, pues él ha vencido todo y está sentado a la derecha de Dios Padre para ser SEÑOR de todos.
La misericordia de Dios fruto de la resurrección de Cristo.
Ambientación general
Paz y bien. Favor de apagar sus celulares. Reunidos en el nombre de nuestra fe en Cristo, como Señor y salvador nuestro, participemos en esta Eucaristía celebrando la presencia de Cristo que nos comparte su Espíritu y, con él, su paz. Somos la Iglesia reunida, como la comunidad de Jerusalén, de la que nos habla la primera lectura, para celebrar la unidad fraterna en el Señor, que nos ha de capacitar para ser testigos de la Resurrección de Cristo.
Monición a la 1ª lectura –Hechos 2, 42-47
La misión de Cristo de reunir a los hijos dispersos de Dios se realiza en la comunidad cristiana, tal como nos lo describe el pasaje de los Hechos que vamos a escuchar.
Salmo 117
Proclamemos con gozo las maravillas que la misericordia del Señor ha realizado en el mundo por medio de su Hijo Jesucristo.
Monición a la 2ª lectura –I Pedro 1, 3-9
La fe en la resurrección Jesucristo nos dará la capacidad de hacer viva la esperanza en nuestra vida aun en medio de dificultades y contrariedades. Escuchemos.
Monición al Evangelio – Juan 20, 19-31
En una de las apariciones más relevantes de Cristo a los Once les comunica su Espíritu para ser dispensadores de su misericordia particularmente a través del poder de perdonar los pecados. Escuchemos.
Reflexión homilética:
-La resurrección de Cristo no es simplemente un misterio glorioso de su experiencia humana, sino que tiene sus consecuencias prácticas en la vida de sus seguidores.
-Una de esas consecuencias es la vida de la comunidad cristiana, que tiene en la Iglesia su lugar y desarrollo real.
-Pero la comunidad tiene a su vez la misión hacia el mundo: la de ser portadora de lamisericordia, de la solidaridad y del servicio de Cristo, que sea ha hecho todo para todos.
Preces
Sacerdote: Hagamos oración para que las maravillas realizadas por Cristo resucitado sean realidad en la vida e historia del mundo.
-Por la Iglesia, para que fiel a la misión que Cristo le encomendó, sea instrumento de la gracia y de lamisericordia para todos. Oremos.
-Por las autoridades civiles, para que sean instrumento de la paz y de la justicia que Dios quiere para toda la humanidad. Oremos.
-Por todos los que se sienten alejados y menospreciados en nuestro mundo, para que sientan y experimenten también la misericordia de Dios que los anima a crecer ya superarse. Oremos.
-Por todos nosotros, que creemos en Cristo, como nuestro Señor y Salvador, para que sepamos dar testimonio de su gracia, de su amor y de su misericordia a todos. Oremos.
Sacerdote: Dios de bondad y de misericordia, que nos has amado tanto en tu Hijo Jesucristo, abre nuestros corazones a tu plan de salvación para que seamos instrumentos fieles de tu misericordia para todos. Por Cristo…
Monición de envío
Hemos experimentado la misericordia de Dios, encarnada en la gracia que hemos recibido en esta Eucaristía; que sintamos la responsabilidad privilegiada de llevarla a todos los que encontremos en el camino de nuestra vida.
"No teman, soy yo, ¿por qué surgen dudas en su interior. Miren mi manos y mis pies" Lc 24, 35-48. Ante los grandes misterios surge el miedo y las dudas en el corazón humano. Ojalá y nos fiásemos más de Dios.
"Quedate con nosotros porque ya es tarde y ya va a oscurecer" Lc 24, 13-35. Precisamente, este tiempo de Pascua es para vivir en la luz y no permitir que la oscuridad del pecado se acerque a nosotros.
"No tengan miedo" Mt 28, 8-15...Éste es un mensaje típico de Pascua. Cristo ha vencido todo: el pecado, la rebeldía, la muerte, la enemistad...Podemos vencerlo también nosotros con él.
Si el mundo organiza sus grandes fiestas en la noche, muchos dando culto a la oscuridad, nosotros nos reunimos en esta noche para ser testigos de este gran misterio de vida, que es la Resurrección de Cristo, en quien está nuestra esperanza de una vida digna de hijos de Dios. A través de cuatro signos: la luz, la Palabra, el agua bautismal, la Eucaristía, se nos va a ofrecer la oportunidad de renovarnos en esta vida de Cristo resucitado.
Los invitamos a acercarse ahora al atrio de la iglesia, donde va a tener lugar la liturgia de la luz, símbolo de Cristo resucitado.
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MONICIÓN A LA ENTRADA DEL CIRIO
Asistimos ahora a la entrada solemne del Cirio Pascual, símbolo de Cristo resucitado. A la aclamación del sacerdote: CRISTO LUZ DEL MUNDO,responderemos cantando: DEMOS GRACIAS A DIOS.
Les pedimos que vayan ocupando sus lugares y esperan a que la luz les vaya llegando para prender su vela o cirio. No lo prendan con su encendedor o cerillos propios.
MONICIÓN para el pregón pascual
Escuchemos ahora el pregón pascual de pie y con las velas encendidas, en homenaje espiritual a la proclamación de este admirable misterio de la Resurrección de Cristo Señor
LITURGIA DE LA PALABRA
Se invita a la asamblea a apagar las velas y a sentarse para escuchar las lecturas.
Escucharemos ahora con atención las lecturas del Antiguo Testamento, enlas que se nos va a narrar los pasos principales de la historia de la salvación. Son siete las lecturas del Antiguo Testamento, que vamos a escuchar, con sus correspondientes salmos y oraciones.
Monición a la 1ª lectura- Génesis
La primera lectura nos narra la obra admirable de la creación. Dejemos que la palabra de Dios vaya penetrando suavemente en nuestro corazón.
(Después de cada salmo invitar a la asambleaa ponerse de pie)
Monición a la 2ª lectura – Génesis
Escucharemos ahora la emocionante historia de Abraham, que recibe de Dios la orden de sacrificarle a su hijo. Prestemos atención para captar los detalles de esta extraña y dolorosa orden de Dios.
Monición a la 3ª lectura- Éxodo
Se narra en esta lectura el hecho que marcó la historia del pueblo de Israel y en el que Dios mostró su gloria: el paso del mar Rojo.
(Después de esta lectura sigue el salmo sin decir Palabra de Dios)
Monicióna la 4ª lectura – Isaías 54
En esta lectura se mira al pueblo de Israel después de siglos en la tierra prometiday, a pesar de los pecados y las infidelidades de éste,
Dios renueva su compromiso de amor y de llevar a cabo sus promesas.
Monición a la 5ª lectura – Isaías 55
De nuevo el profeta Isaías invita al pueblo a acercarse a Dios, pues sólo en él está la verdadera vida. Dios quiere renovar su alianza y garantizar así el cumplimiento de sus promesas.
Monición a la 6ª lectura –Baruc
Como el pueblo de Israel, nos cuestionamos y buscamos la razón de muchos acontecimientos, que a veces tocan dolorosamente nuestra vida; el profeta Baruc da aquí la respuesta al por qué deestos cuestionamientos.
Monición a la 7ª lectura – Ezequiel
En un breve repaso de la historia de Israel, sobre todo recordando sus pecados y las pruebas por las que ha pasado, el profeta Ezequiel anuncia los planes de Dios de comenzar de nuevo y para ello llevar a cabo una renovación interior espiritual de su pueblo.
Después del Salmo: se invita a la asamblea a ponerse de pie para la oración y el canto del GLORIA (con repique de campanas).
Monición antes del Gloria
Antes de escuchar el anuncio de la Resurrección de Cristo, con la que se cumplen las promesas del Antiguo Testamento, nos unimos en el canto del Gloria, alabando a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo por esta obra de la redención de la humanidad.
Monición a la lectura de Romanos
La resurrección de Cristo no sucedió de una vez, de forma que pertenezca ya al pasado. Se realiza en la vida de la Iglesia y en la vida de cada bautizado que lo acepta como a su Señor y Salvador. Escuchemos.
Monición al ALELUYA
De nuevo la Iglesia se conmueve de gozo en esta noche con el canto típico de Pascua, que es el ALELUYA. Nos unimos al mismo aclamando la alegría de Cristo ya Resucitado.
Monición al Evangelio
Hoy más que nunca el Evangelio es Buena Nueva; la buena nueva que cambió el sentido de la historia humana: la resurrección de Cristo, según él lo había anunciado.
LITURGIA DEL BAUTISMO
Monición
Esta es la noche en que nosotros podemos renacer a la vida divina, renovándonos en la vida de hijos de Dios. Y esto, no sólo con el deseo, sino renovando el signo sacramental que nos dio esa dignidad: nuestro bautismo. Esto es lo que vamos a hacer en esta liturgia del bautismo junto con (los niños) que van a ser bautizados.
***Antes de renovar las promesas del bautismo se prenden de nuevo las velas de la asamblea.
Advertir ala gente que no se muevan y que esperen a que la luz llegue a sus lugares.
Acabada la liturgia bautismal se hacen las preces de los fieles:
Sacerdote: Como pueblo sacerdotal, renovado por la gracia de nuestro bautismo, con una confianza también renovada, nos dirigimos a Dios nuestro Padre en oración por toda la humanidad.
Respuesta: Cristo resucitado, escúchanos.
--Por la santa Iglesia de Dios, renovada y embellecida en esta noche con la gracia y vida de Cristo resucitado, para que sea signo vivo de su Resurrección. Roguemos al Señor.
--Por las autoridades civiles de nuestro país y del mundo, para que sean iluminadas en su gobierno con la luz de lo alto para ser intermediarios de la prosperidad y la justicia. Roguemos al Señor.
--Por los pobres y desheredados de este mundo, por los ancianos abandonados y por todos los marginados, para que, al menos, un rayo de esperanza brille en sus vidas. Roguemos al Señor.
--Por todos los que en esta noche y en este tiempo pascual reciban el bautismo, niños y adultos, para que gocen en plenitud de los dones del Espíritu. Roguemos al Señor.
--Por todos los que creemos en Cristo resucitado, para que seamos portadores y testigos de su luz y de su paz a todos los que la necesitan. Roguemos al Señor.
Sacerdote: Acoge Padre bueno estas intenciones que te hemos presentado para que la abundancia de vida de Cristo resucitado se encarne en todos tus hijos. Por Cristo nuestro Señor.
Monición de envío
Si hemos muerto y resucitado con Cristo por el bautismo y la eucaristía, vayamos y compartamos con nuestra sociedad la gran noticia de Cristo resucitado, que es noticia de esperanza ante todo lo que nos pueda preocupar.
Día de vigilante espera con María: ¡Cristo resucitará! Parábola de Mateo 25, 1-13, las jóvenes previsoras y las descuidadas que esperan la llegada del esposo al banquete de bodas.
·Haz el esfuerzo para concentrarte en este tiempo de oración. Es la fiesta mayor del encuentro con el Señor Resucitado, que brilla con todo el esplendor de vida y de gracia.
·El misterio que celebramos nos deja fascinados y envueltos en la vida que Jesús glorificado nos ofrece.
·Nos sentimos comos los apóstoles, con miedo, pero, al fin, confiados y alegres porque Jesús Resucitado se nos presenta lleno de vida y de consuelo para los suyos, para nosotros.
·Invocamos al Espíritu: Veni, Sancte Spiritus. Es el mejor regalo que nos da el Resucitado.
2. LEE LA PALABRA DE DIOS (Jn 20, 1-9) (Qué dice la Palabra de Dios)
Contexto litúrgico
·Los textos de la Misa del día de Pascua nos da todos los elementos para una meditación detenida y contemplativa del gran misterio que celebramos.
·Después de la celebración, hermosa y brillante, de la Vigilia pascual, tenemos la posibilidad de vivir en la Misa del domingo, la presencia consoladora del Resucitado en nuestras vidas.
Contexto bíblico
·No se pueden leer los relatos de la resurrección de Jesús y de las apariciones, que nos traen los evangelios, como puramente históricos. Son relatos de fe, reflexionados y vividos por las comunidades cristianas. Y así hay que interpretarlos.
Texto
1, El primer día de la semana (el domingo) muy temprano (v. 1)
·Este es un título para significar lo que para el evangelista quiere decir la resurrección. Es el día:
-de la verdad (el día después del sábado);
-“aquel día”, anunciado por los profetas;
-del comienzo de lo nuevo para siempre;
-de los nuevos tiempos;
-de la nueva creación.
·Jesús Resucitado inaugura la nueva creación, la definitiva, la novedad de la restauración de todas las cosas en Cristo.
·El sepulcro vacío y las apariciones son formas literarias para expresar la fe de los discípulos en el Resucitado. El autor del cuarto evangelio nos está diciendo que las vendas y el sudario, tal como se encontraban (vs. 6 y 7), querían indicar que el rumor de que había sido robado el cadáver de Jesús era falso.
·Para el discípulo amado, le fue suficiente “ver” todo aquello para “creer” en el Resucitado. Por eso, se afirma que llegó al sepulcro antes que Pedro. Se dio cuenta de lo que significaba todo aquello.
·La comunidad de Jesús, que un principio buscaba un cadáver, va aclarando cada vez más su fe en el Resucitado.
·María Magdalena busca un cadáver. Y lo hace amor, prontitud, sensibilidad, dolor, sin esperanza.
·Pedro es respetado como autoridad y entra el primero en el sepulcro. Comprueba, pero no cree. El discípulo amado ve y cree. El amor lleva a la fe, no tanto la autoridad.
2. Vio y creyó (v. 8)
·Eldiscípulo amado pasa de “ver” la realidad a “creer” en otra realidad más profunda, más total: Cristo Resucitado. Cuanto más se deja uno conducir por la luz de la fe tanto “ve” de otro modo la realidad, exterior e interior. Hay un cambio en el mirar y en el contemplar de las personas y de las cosas, cuando la resurrección lo ilumina todo.
·Porque la resurrección de Jesús transforma la creación. Primero, transforma a sus mismos discípulos: de hombres tímidos y cobardes a personas valientes y entregados. Han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios (Col 3, 3). Transforma la realidad de la sociedad. Porque hace nuevas todas las cosas. Porque la creación misma espera anhelante que se manifieste lo que serán los hijos de Dios (Rom 8, 19).
·La fe en Cristo Resucitado conduce al creyente a sentirse nueva criatura. Han sido sepultados con Cristo en el bautismo, y también con él han resucitado, pues han creído en el poder de Dios, que lo ha resucitado de entre los muertos (Col 3, 11).
·La fe transforma la dura realidad, de sufrimiento y desesperanza, en un nuevo modo de vivir, ver, entenderlo todo, con ojos limpios, corazón transparente, con alegría ante la contradicción. La fe cambia el dolor en amor, la tristeza en sonrisa, el mal en bien.
·La fe nos lleva no a explorar el sepulcro vacío de nuestra existencia. La fe nos conduce a llenar la vida del gozo de la resurrección para recrear todos nuestros valores, sentimientos, actitudes y conducta.
3. MEDITA (Qué me/nos dice la Palabra de Dios)
·El hecho de la resurrección de Jesús ha de cambiar tu vida. Como a la Magdalena y a los discípulos. Déjate impresionar por la energía del Resucitado. Relee y medita con actitud de fe los relatos de las apariciones de Jesús. Siéntete como uno de los discípulos: con miedo, pero con ganas de superarlo; con dudas, pero con hambre de creer y confiar totalmente en Jesús.
·¿Qué sepulcros vacíos hay en tu vida? ¿Qué tinieblas dominan tu interior, que no dejan brillar la luz del Resucitado? ¿Cuándo amanecerá para ti el primer día de la semana, el domingo sin ocaso, el día del Señor?
·¿Qué es lo que te impide entregarte de lleno al Resucitado? ¿Cuáles son para ti los signos en los que ves a Cristo Resucitado: los pobres, los desesperanzados, los miedosos, los cobardes, los bautizados sin compromiso? ¿Cómo hacer para que ellos crean y confíen intensamente en el Resucitado?
4. ORA (Qué le respondo al Señor)
·Jesús Resucitado, haz que el resplandor de tu luz nueva venza las tinieblas de nuestra conciencia, y nos descubra el valor auténtico de nuestra vida.
·Jesús Resucitado y lleno de vida, haz que nuestra existencia tenga siempre sentido, lo que hacemos, lo que pensamos, lo que dejamos de realizar por nuestra limitación. Llena Tú nuestra insuficiencia y pequeñez.
5. CONTEMPLA
·A Jesús radiante y lleno de vida, que te invita a entrar en su ámbito de vida y resurrección.
·A ti mismo, para que puedas decirte con íntima convicción: ¡Si Jesús vive, eso me basta!
6. ACTÚA
·Repite con frecuencia la Palabra de la 2ª lectura de este domingo: Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba (Col 3, 1).
"No hay amor más grande que dar la vida por los amigos" Este es el misterio que celebramos en este día; merece la pena prestarle toda la atención". Por ello, decía san Pablo: "Mientras vivo en esta vida vivo del amor del Hijo de Dios que me amó y se entregó a la muerte por mí". ¿Cómo correspondemos a este amor?
"Cuánto me dan si les entrego a Jesús" Mt 26, 14ss. Estas palabras de Judas equivalen a decir "¿cuánto me dan si les entrego al amor?". Por ello, él es el traidor, el traidor del amor de Cristo a él y a la humanidad (a quien Judas representa).
·Prepárate para entrar en diálogo con el Señor en este día tan especial.
·Deja a un lado tus ocupaciones y todo lo que te pueda distraer. Pues, lo más importante es estar con el Señor.
·La Palabra te va a dar un mensaje muy hermoso, por medio de Jesús, que lo dice todo con sus gestos y con sus palabras.
·Ábrete a la inspiración del Espíritu, que desea iluminar y fortalecer tu amor por el Padre y el Hijo.
·Invócale: Veni, Sancte Spiritus.
2. LEE LA PALABRA DE DIOS (Jn 13, 1-15) (Qué dice la Palabra de Dios)
Contexto litúrgico
·Celebra la Liturgia en la tarde del Jueves Santo estos misterios: la Eucaristía, el sacerdocio, la fraternidad con el mandamiento del amor.
Contexto bíblico
·El Evangelio que proclama la Liturgia en esta celebración está tomado de los capítulos (13-17) que dedica el autor del cuarto Evangelio a relatar lo que sucedió en la Última Cena.
·Hoy escuchamos el relato del lavatorio de los pies a los discípulos por parte de Jesús. Es un gesto de amor y de servicio.
Texto
1. La víspera de la fiesta de Pascua (v. 1)
·La Pascua era la gran fiesta de los judíos. Celebraban la salida de la esclavitud de Egipto. Cada familia desarrollaba todo un ceremonial para recordar aquella hazaña tan importante en la historia de Israel. El sacrificio y comida del cordero, de hierbas amargas y pan sin fermentar, alternando con el recitado de salmos, constituía lo central de la cena conmemorativa.
·Jesús quiere renovar y dar el sentido pleno a la acción liberadora de la Pascua antigua. Él mismo se entrega al sacrificio voluntariamente y por amor, como cordero inocente. Jesús va a emprender el éxodo y la Pascua definitiva, que concederá la liberación de la esclavitud del pecado a todos aquellos que crean en Él.
·Éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn 1, 29).
·Éste es el Pan que da la vida (Jn 6, 48).
·Todo es debido a un arranque, total y profundo, de su gran amor al Padre y a los humanos. Él, que había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el final (hasta el exceso) (v. 1).
·En vez de narrar la institución de la Eucaristía, el evangelio de Juan resalta la motivación íntima de Jesús: el amor que le lleva a la entrega generosa de su propia vida.
·Lava los pies a sus discípulos. Así da a entender que su vida es un servicio constante para el bien de los suyos, a quienes acoge, purifica y sirve.
·Cristo, que es nuestro cordero pascual, ha sido inmolado. Así que celebremos fiesta, no con levadura vieja, la de la maldad y perversidad, sino con los panes pascuales de la sinceridad y la verdad (1 Cor, 5, 7-8).
2. Les he dado ejemplo (v. 15)
·Toda la vida de Jesús es un testimonio claro y vivo para orientar nuestra vida según tal modelo. En el testamento que nos deja Jesús, la víspera de su pasión y muerte, que el cuarto evangelio nos describe, se van entrelazando sus gestos de servicio, respeto y amor: el lavatorio de los pies, el mandamiento del amor, la Eucaristía y el sacerdocio. Estas tres acciones constituyen el memorial vivo y permanente de Jesús para la Iglesia y para toda la humanidad.
·El primero es la Eucaristía, nueva y eterna Pascua, Pan y vino en sus manos, memorial de su entrega por amor, ofrenda de su sacrificio y banquete de comunión.
·Otro don es: la institución del sacerdocio: encomendar a personas que en su nombre realice y actualicen estos misterios: los sacerdotes. Aquella noche Jesús constituyó sacerdotes a los apóstoles, los capacitó para hacer presente el misterio de su Pascua, liberación del pecado y donación de la vida. El sacerdote es un hombre eucarístico, al servicio del memorial y al servicio, como Jesús, del pueblo cristiano.
·El tercer don es el mandamiento del amor. Tan nuevo que lo estrenó Jesús. Tan original que lo hizo típicamente suyo. Les doy un mandamiento nuevo: Ámense los unos a los otros. Como yo los he amado, así también ámense los unos a los otros (Jn 13, 34). Es el día de la comunidad, de la fraternidad.
·Éste será el distintivo y señal de sus discípulos. Por el amor que se tengan los unos a los otros reconocerán todos que son discípulos míos (Jn 13, 35).
·Un amor que viene de la Eucaristía, que actualiza la entrega viva de Jesús por amor. Sin la Eucaristía no seriamos capaces de amar. Por la gracia de la entrega de Jesús, ya estamos capacitados para amarnos mutuamente.
3. MEDITA (Qué me/nos dice la Palabra de Dios)
·Los gestos y palabras de Jesús contienen una carga enorme de: amor, servicio, entrega, fraternidad. Todo lo hace llevado de su amor. La pasión y la muerte son consecuencia de la actitud de Jesús, que nos amó hasta el extremo (v. 13, 1).
·De nosotros tiene que brotar un inmenso agradecimiento a lo que hizo y sigue haciendo nuestro Hermano Jesús. Él es el nuevo Hombre-Dios, que lo da todo para nuestro bien y felicidad. La radicalidad de su amor le lleva a la entrega completa de todo Él.
·En la Eucaristía, le comulgamos. Es decir, hacemos nuestra su entrega total. Para comulgar con el mismo Jesús, que vive necesitado en los hermanos. ¡Movidos por su amor!
4. ORA
·Queremos, Jesús, estar contigo en la entrega de tu vida. No queremos repetir la deserción y el abandono de tus discípulos y, menos, la traición de Judas. Tú nos has de contagiar ese fuego de tu inmenso amor, para que entendamos la vida de cada día como una prolongación del Amor del Padre, que nos viene de Ti y por Ti. ¡Gracias, Jesús!
·Jesús, Tú renuevas y llevas a la perfección la Pascua, el gran paso de nuestra esclavitud a la libertad. Queremos ser libres contigo. No esclavos del pecado.
5. CONTEMPLA
·A Jesús que se entrega con toda decisión a la pasión y a la muerte para que seas su hermano.
·A los discípulos, con sus reacciones y resistencias, debilidades y buenos deseos.
·A los hermanos, para que estrechemos lazos sinceros de amor en la comunidad.
·A ti mismo, tan necesitado de la fortaleza y constancia que Jesús te ofrece.
6. ACTÚA
·Renueva tus sentimientos de fraternidad con tu familia, con tu comunidad cristiana, con los demás extraños.
·Felicita a los hermanos de tu comunidad cristiana, a los sacerdotes que están a tu servicio.
·Recuerda con frecuencia el mandamiento del amor: Un mandamiento nuevo nos dio el Señor: que nos amemos todos como Él nos amó.