sábado, 8 de junio de 2013

MONICIONES


DOMINGO X DEL TIEMPO ORDINARIO – C

 

MONICIÓN DE ENTRADA

PAZ Y BIEN. Retomamos el camino litúrgico del tiempo ordinario y este domingo se nos invita a comenzar de nuevo. Jesús se acerca a nosotros para darnos una nueva oportunidad de vida en la Iglesia, como lo hizo con el hijo de la viuda de Naim. San Pablo nos recuerda su propia experiencia de converso y nos anima a escuchar el Evangelio con la buena nueva que anime nuestro entusiasmo en el seguimiento de Jesucristo. Con este deseo de renovación y reanimación celebramos hoy nuestra Eucaristía.

 

MONICIÓN A LA 1ª LECTURA – I Reyes 17, 17-24

Nos cuenta el libro de los Reyes una historia de la vida del profeta Elías, en la que se pone de relieve la fuerza de la oración intercesora del profeta a favor de la familia que lo hospeda. Escuchemos.

 

MONICIÓN AL SALMO 29

En este salmo expresamos nuestra alabanza a Dios porque, como en el caso del salmista, también en nuestra vida se han dado muchas circunstancias en las que Dios ha sido generoso con nosotros.

 

MONICIÓN A LA 2ª LECTURA – Gál 1, 11-19

Escuchemos ahora el relato de la conversión de San Pablo, poniendo de relieve el carácter eclesial de su vocación y su fidelidad al evangelio recibido del mismo Jesucristo.

 

MONICIÓN AL EVANGELIO – Lc 7, 11-17

El relato que vamos a escuchar en el santo Evangelio nos invita a sentir la solicitud de Dios por nosotros, a fin de que tengamos la vida de verdaderos hijos de Dios con la ayuda de la Iglesia, en la que hemos nacido.

 

REFLEXIÓN HOMILÉTICA

Con Cristo hemos resucitado a la vida de los hijos de Dios en los misterios que hemos celebrado en la Pascua. Esa vida necesita sus cuidados para desarrollarse y llegar a la madurez así como para defenderla de los peligros.

Como Jesús entregó al joven a su madre, también a nosotros nos entrega a los cuidados de la Iglesia, que con la Palabra y los sacramentos cuidará de nuestro crecimiento y de nuestra salud espiritual.

Nos sirven estos ejemplos para entender que nuestra vida en este tiempo litúrgico ordinario es para crecer en la vida espiritual, ayudados y protegidos por la Iglesia. Madre y maestra de los creyentes en Jesús.

 

 

PRECES DE LOS FIELES

Sacerdote: Con toda la confianza de hijos, sabiendo que Dios está empeñado en nuestro bien y en nuestra vida abundante, nos dirigimos a Él, expresándole nuestras necesidades.

Respuesta: Padre, escúchanos.

-        Por todos los que tienen en la Iglesia la responsabilidad de cuidar por la vida del Espíritu, para que sean fieles instrumentos del amor y de la vida de Dios. Oremos.

-        Por todos los que en el mundo tienen la responsabilidad del gobierno de las naciones, para que sean así mismo defensores y promotores de la vida. Oremos.

-        Por todos los más necesitados de los derechos humanos en nuestra sociedad y en el mundo, para que sientan la fuerza de la vida de Dios en ellos. Oremos.

-        Por nuestra comunidad parroquial, para que sea instrumento de Dios en la promoción de la vida del cuerpo y del espíritu. Oremos.

Sacerdote: Padre de bondad, que te complaces en la vida del pecador y en la vida del justo, derrama abundantemente en nosotros la riqueza de tu Espíritu y de tu vida. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

 

MONICIÓN DE ENVÍO

Llevemos en nuestro corazón la alegría del evangelio de la vida, que hemos escuchado, y sintamos también la necesidad de ser instrumentos de Dios para que todos tengan vida abundante.

 

 

 

 

 

0 comentarios:

Publicar un comentario