DOMINGO XI DEL
TIEMPO ORDINARIO- C
AMBIENTACIÓN
GENERAL
Paz
y bien. Favor de apagar sus celulares. En este domingo vamos a sentirnos
invitados por Cristo al banquete de la eucaristía y ser testigos de una
experiencia espiritual, que renueve nuestra vida con su misericordia y su
perdón en la medida que cada uno lo necesite. San Pablo nos va a motivar a
entender esta relación personal con Cristo,
en la que nosotros nos beneficiaremos si tenemos una actitud de fe en el amor
que él nos ofrece.
MONICIÓN A LA 1ª
LECTURA – II Samuel 12, 7-13
Nos
presenta la primera lectura el caso de David cuando se deja llevar de sus
pasiones y llega incluso a quitar la vida de uno de sus soldados, siendo
instrumento de la muerte en lugar de ser instrumento de vida, como Dios lo
quería de él.
MONICIÓN AL
SALMO 31
A
través de este salmo, al mismo tiempo que imploramos el perdón de nuestros
pecados, se nos describe la gracia que es reconocer y confesar nuestros pecados
ante Dios.
MONICIÓN A LA 2ª
LECTURA - Gál 2, 16-21
Nos
describe san Pablo la gracia de haber conocido y creído en Jesucristo, autor y
protagonista de la salvación divina, de manera que la fe en Jesucristo y en el
amor que él nos ha tenido se convierte en el móvil de la vida del cristiano.
MONICIÓN AL
EVANGELIO - Lucas 7, 36-8,3
Se
pone de relieve en el siguiente relato evangélico la importancia de la
misericordia ante toda persona o situación humana, dejando de lado los juicios
y prejuicios.
REFLEXIÓN
HOMILÉTICA
Podemos
ver a través de estos textos el contraste entre el modo de Dios y el modo
humano frente al débil y al pecador.
Por
otra parte, se nos invita a tomar la posición correcta, poniéndonos del lado
del pecador, inspirados en la experiencia de Pablo y de la mujer pecadora que
unge a Jesús.
Podemos
concluir que nuestra experiencia religiosa es una que está motivada más que por
el reconocimiento de los propios pecados, por el reconocimiento del amor y
misericordia de Dios en Cristo hacia nosotros.
PRECES DE LOS
FIELES
Sacerdote: Motivados por
la misericordia de un Dios, que es nuestro Padre, presentamos con confianza
nuestras necesidades.
Respuesta:
Padre, escúchanos.
-
Por
la Iglesia para esté siempre del lado de los débiles y marginados. Oremos.
-
Por
los gobernantes de las naciones, para que defiendan siempre a los más
necesitados de promoción y justicia. Oremos.
-
Por
los más desposeídos de nuestra sociedad y del mundo, para que sientan siempre
cercano el amor de Dios y el celo salvador de Cristo. Oremos.
-
Por
todos los padres de familia, especialmente los aquí presentes, para que Dios
los bendiga para ser fieles en su misión familiar. Oremos.
-
Por
nosotros, para que seamos instrumentos de la misericordia de Dios en favor de los
más necesitados y menos protegidos. Oremos.
Sacerdote: Dios, lleno de
amor y de misericordia hacia todos, acoge estas oraciones para que podamos
renovarnos en la vida de hijos de Dios y ser fieles instrumentos de tu
providencia. Por Cristo N. Señor.
MONICIÓN DE
ENVÍO
Como
Pablo, llevemos en nuestro corazón “la fe en el Hijo de Dios que nos amó y se
entregó por nosotros” para que en nuestras vidas resplandezca este amor y
misericordia principalmente hacia quienes más lo necesiten en el círculo o en
la periferia de nuestra vida diaria.
0 comentarios:
Publicar un comentario