sábado, 30 de marzo de 2013

MONICIONES


VIGILIA PASCUAL

 

Monición inicial

Paz y bien. Favor de apagar sus celulares.

Si el mundo organiza sus grandes fiestas en la noche, muchos dando culto a la oscuridad, nosotros nos reunimos en esta noche para ser testigos de este gran misterio de vida, que es la Resurrección de Cristo, en quien está nuestra esperanza de una vida digna de hijos de Dios. A través de cuatro  signos: la luz, la Palabra, el agua bautismal, la Eucaristía, se nos va a ofrecer la oportunidad de renovarnos en esta vida de Cristo resucitado.

Los invitamos a acercarse ahora al atrio de la iglesia, donde va a tener lugar la liturgia de la luz, símbolo de Cristo resucitado.

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MONICIÓN A LA ENTRADA DEL CIRIO

Asistimos ahora a la entrada solemne del Cirio Pascual, símbolo de Cristo resucitado. A la aclamación del sacerdote: CRISTO LUZ DEL MUNDO,  responderemos cantando: DEMOS GRACIAS A DIOS.

Les pedimos que vayan ocupando sus lugares y esperan a que la luz les vaya llegando para prender su vela o cirio. No lo prendan con su encendedor o cerillos propios.

 

MONICIÓN para el pregón pascual

Escuchemos ahora el pregón pascual de pie y con las velas encendidas, en homenaje espiritual a la proclamación de este admirable misterio de la Resurrección de Cristo Señor

 

LITURGIA DE LA PALABRA

Se invita a la asamblea a apagar las velas y a sentarse para escuchar las lecturas.

 

Escucharemos ahora con atención las lecturas del Antiguo Testamento, en  las que se nos va a narrar los pasos principales de la historia de la salvación. Son siete  las lecturas del Antiguo Testamento, que vamos a escuchar, con sus correspondientes salmos y oraciones.

 

 

 

Monición a la 1ª lectura- Génesis

La primera lectura nos narra la obra admirable de la creación. Dejemos que la palabra de Dios vaya penetrando suavemente en nuestro corazón.

 

(Después de cada salmo invitar a la asamblea  a ponerse de pie)

 

Monición a la 2ª lectura – Génesis

Escucharemos ahora la emocionante historia de Abraham, que recibe de Dios la orden de sacrificarle a su hijo. Prestemos atención para captar los detalles de esta extraña y dolorosa orden de Dios.

 

Monición a la 3ª lectura- Éxodo

Se narra en esta lectura el hecho que marcó la historia del pueblo de Israel y en el que Dios mostró su gloria: el paso del mar Rojo.

 

(Después de esta lectura sigue el salmo sin decir Palabra de Dios)

 

Monición  a la 4ª lectura – Isaías 54

En esta lectura se mira al pueblo de Israel después de siglos en la tierra prometida  y, a pesar de los pecados y las infidelidades de éste,

Dios renueva su compromiso de amor y de llevar a cabo sus promesas.

 

Monición a la 5ª lectura – Isaías 55

De nuevo el profeta Isaías invita al pueblo a acercarse a Dios, pues sólo en él está la verdadera vida. Dios quiere renovar su alianza y garantizar así el cumplimiento de sus promesas.

 

Monición a la 6ª lectura –Baruc

Como el pueblo de Israel, nos cuestionamos y buscamos la razón de muchos acontecimientos, que a veces tocan dolorosamente nuestra vida; el profeta Baruc da aquí la respuesta al por qué de  estos cuestionamientos.

 

Monición a la 7ª lectura – Ezequiel

En un breve repaso de la historia de Israel, sobre todo recordando sus pecados y las pruebas por las que ha pasado, el profeta Ezequiel anuncia los planes de Dios de comenzar de nuevo y para ello llevar a cabo una renovación interior espiritual de su pueblo.

 

Después del Salmo:  se invita a la asamblea a ponerse de pie para la oración y el canto del GLORIA (con repique de campanas).

 

Monición antes del Gloria

Antes de escuchar el anuncio de la Resurrección de Cristo, con la que se cumplen las promesas del Antiguo Testamento, nos unimos en el canto del Gloria, alabando a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo por esta obra de la redención de la humanidad.

 

Monición a la lectura de Romanos

La resurrección de Cristo no sucedió de una vez, de forma que pertenezca ya al pasado. Se realiza en la vida de la Iglesia y en la vida de cada bautizado que lo acepta como a su Señor y Salvador. Escuchemos.

 

Monición al ALELUYA

De nuevo la Iglesia se conmueve de gozo en esta noche con el canto típico de Pascua, que es el ALELUYA. Nos unimos al mismo aclamando la alegría de Cristo ya Resucitado.

 

Monición al Evangelio

Hoy más que nunca el Evangelio es Buena Nueva; la buena nueva que cambió el sentido de la historia humana: la resurrección de Cristo, según él lo había anunciado.

 

LITURGIA DEL BAUTISMO

Monición

Esta es la noche en que nosotros podemos  renacer a la vida divina, renovándonos  en la vida de hijos de Dios. Y esto, no sólo con el deseo, sino renovando el signo sacramental que nos dio esa dignidad: nuestro bautismo. Esto es lo que vamos a hacer en esta liturgia del bautismo junto con (los niños) que van a ser bautizados.

 

***Antes de renovar las promesas del bautismo se prenden de nuevo las velas de la asamblea.

Advertir a  la gente que no se muevan y que esperen a que la luz llegue a sus lugares.

 

Acabada  la liturgia bautismal se hacen las preces de los fieles:

 

Sacerdote: Como pueblo sacerdotal, renovado por la gracia de nuestro bautismo, con una confianza también renovada, nos dirigimos a Dios nuestro Padre en oración por toda la humanidad.

Respuesta: Cristo resucitado, escúchanos.

 

--Por la santa Iglesia de Dios, renovada y embellecida en esta noche con la gracia y vida de Cristo resucitado, para que sea signo vivo de su Resurrección. Roguemos al Señor.

--Por las autoridades civiles de nuestro país y del mundo, para que sean iluminadas en su gobierno con la luz de lo alto para ser intermediarios de la prosperidad y la justicia. Roguemos al Señor.

--Por los pobres y desheredados de este mundo, por los ancianos abandonados y por todos los marginados, para que, al menos, un rayo de esperanza brille en sus vidas. Roguemos al Señor.

--Por todos los que en esta noche y en este tiempo pascual reciban el bautismo, niños y adultos, para que gocen en plenitud de los dones del Espíritu. Roguemos al Señor.

--Por todos los que creemos en Cristo resucitado, para que seamos portadores y testigos de su luz y de su paz a todos los que la necesitan. Roguemos al Señor.

 

Sacerdote: Acoge Padre bueno estas intenciones que te hemos presentado para que la abundancia de vida de Cristo resucitado se encarne en todos tus hijos. Por Cristo nuestro Señor.

 

Monición de envío

Si hemos muerto y resucitado con Cristo por el bautismo y la eucaristía, vayamos y compartamos con nuestra sociedad la gran noticia de Cristo resucitado, que es noticia de esperanza ante todo lo que nos pueda preocupar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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