DOMINGO XXXI T.O. – B -
AÑO DE LA FE -
Monición inicial
Paz y bien. Nos recuerda la Palabra de Dios hoy que Cristo es
sacerdote eterno, que renueva su poder salvador constantemente entre nosotros.
Por ello, la Iglesia nos invita cada domingo a celebrar este memorial de su
gracia y de su amor. En este año de la Fe, que nuestra celebración de la
Eucaristía nos guíe a celebrar el amor de Dios, como fundamento y fuerza
constante de nuestra fe.
Monición a la 1ª. Lectura
– Dt 6, 2-6
Escuchemos cómo nos describe la siguiente lectura el sentido que
tiene para el pueblo de Israel, y para nosotros igualmente, el guardar los
preceptos de Dios, hacer su voluntad.
Monición al salmo 17
Como respuesta a lo proclamado en la lectura, el salmo nos
invita a proclamar nuestra fe en Dios y a bendecirlo por su presencia
protectora entre nosotros.
Monición a la 2ª lectura –
Hb 7, 23-28
El siguiente pasaje de la carta a los Hebreos nos describe a
Jesucristo como nuestro sacerdote ante Dios, que nos salva, y está siempre ofreciéndonos
la salvación. Escuchemos.
Monición al Evangelio – Mc
12, 28-34
Con palabras claras nos recuerda el pasaje evangélico de hoy el
mandamiento del amor, que vale más que todas las demás ofrendas que queramos
ofrecer a Dios.
PRECES DE LOS FIELES
Sacerdote: Confiando plenamente en Dios, que nos ha enseñado el camino de la vida en el amor y en la observancia de sus mandatos, le dirigimos nuestras intenciones.
Sacerdote: Confiando plenamente en Dios, que nos ha enseñado el camino de la vida en el amor y en la observancia de sus mandatos, le dirigimos nuestras intenciones.
Respuesta: Padre nuestro,
escucha nuestra oración.
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Por la Iglesia, para que como Madre y Maestra en la fe, no guíe
este año por los caminos de la verdad para crecer en el amor y en la fe.
Oremos.
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Por las autoridades civiles, para que protejan la paz y la
seguridad de todos los ciudadanos en México y en todo el mundo. Oremos.
-
Por todos los que sienten sobre sí el peso de sus pasiones y
limitaciones humanas, para que encuentren en Cristo el apoyo y la compasión que
necesitan. Oremos.
-
Por todos nosotros, que celebramos el amor de Dios en la
Eucaristía, para que nos sintamos fortalecidos y renovados en el amor a Dios y
al prójimo. Oremos.
Sacerdote:
acoge favorablemente nuestras intenciones para que todo podamos gozar en
abundancia la gracia de Cristo nuestro sacerdote eterno. Por Cristo N. Señor.
Amén.
Monición de envío:
renovados con la confianza de tener a Cristo como el sacerdote, capaz de
salvarnos cada día de nuestras limitaciones y pecados, volvemos a nuestra vida
con el ánimo y el deseo de ser testigos del amor a Dios, que llena todos los
anhelos del corazón humano.
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