Oh Señor de la cuaresma,
que le marcas un camino
a este hombre descarriado
y le orientas su destino.
Oh Señor de la cuaresma,
que invitas al ser humano
a mirarse en el divino,
a todos nos das la mano.
Oh Señor de la cuaresma,
que al justo y al pecador
le invitas a tener vida,
siendo tú su Salvador.
Oh Señor de la cuaresma,
tú nos dices que la vida,
regalo de nuestro Padre,
no es comida ni es bebida;
Oh Señor de la cuaresma,
la vida que tú nos das
es tu espíritu de vida
en el amor y en la paz.
Oh Señor de la Cuaresma,
la vida no está en mí mismo,
es tu santa voluntad
venciendo nuestro egoísmo.
Oh Señor de la cuaresma,
ni el prestigio ni el poder
nos da la felicidad,
más bien hacer tu querer.
Oh Señor de la cuaresma,
tú nos enseñas a orar,
tú nos enseñas a amar,
y a Dios sólo adorar.
Oh Señor de la cuaresma,
tú te haces el modelo
del hombre que quiere ser
digno del Rey del cielo.
Tú te haces humildad,
para ser un hijo fiel,
te haces humanidad,
para nuestro hermano ser.
Solidaridad con todos
es tu lema y tu quehacer,
obediencia a tu Dios Padre
resumirá tu querer.
Oh Señor de la cuaresma,
con toda sinceridad
pido abras mi corazón
a tu amor y tu verdad:
el amor que te llevó
a ser todo para todos,
la verdad que te marcó
como el hijo preferido.
En ti Dios se ha complacido,
y viéndonos a nosotros,
como tus pobres hermanos
a todos ha redimido.
Gloria, honor y poder,
sean a ti siempre dados,
porque por tu gran amor
fuimos todos ya salvados.
¡Oh Señor de la cuaresma!
0 comentarios:
Publicar un comentario