LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
Ambientación general
Paz y bien. “El Señor Jesús subió al cielo y está sentado
a la derecha de Dios”. Con estas palabras nos anuncia el Evangelio el final
de la vida y de la misión de Jesús en la tierra, después de encomendar a los apóstoles
que fueran a todas las naciones a predicar la buena nueva del Evangelio. La
Ascensión del Señor al cielo que hoy celebramos, es la fiesta de la
glorificación de Cristo como Señor nuestro, para que derrame sobre la Iglesia y
el mundo la abundante riqueza de la salvación. Con este deseo y esta esperanza
celebramos la Eucaristía de este día.
Monición a la 1ª lectura – Hechos de los Apóstoles 1,
1-11
Nos ofrece el pasaje de los
Hechos de los Apóstoles, que vamos a escuchar ahora, un breve resumen de la
vida de Jesús con dos misterios culminantes: la promesa del Espíritu Santo y la
ascensión de Jesús al cielo. Escuchemos atentamente.
Salmo 46
Unamos nuestras voces y
nuestros corazones para aclamar con este salomo a Cristo como Rey supremo del
universo.
Monición a la 2ª lectura – Hebreos 9,24-28; 10, 19-23
En el siguiente pasaje de la
carta a los Hebreos se compara la entrada de Jesús en el cielo como la
culminación de su misión sacerdotal salvadora; entra en el cielo como el sumo
sacerdote que ha llevado a cabo la redención de la humanidad.
Monición al Evangelio – Lucas 24, 46-53
Nos recuerda este breve
relato del evangelio la despedida de Jesús y la misión que encomendó a los
Apóstoles y en ellos a la Iglesia. Escuchemos.
Reflexión homilética
La Ascensión de Jesús al
cielo es su entronización en el cielo con la gloria que tenía como Hijo de
Dios.
Jesús ha concluido su misión
en este mundo y es hora de que se manifieste al mundo su gloria como Hijo de
Dios, como Salvador y Señor.
Pero su misión como redentor
de la humanidad lo ha unido a nosotros de tal manera que todos sus misterios
redundan en beneficio nuestro.
Creer, por tanto, en Jesús es
creer que él es nuestro Señor y Salvador y que toda nuestra vida nos vendrá de
él. Ha sido constituido Señor para que todo el que crea en él tenga ya
definitivamente vida eterna. Por ello, al dejar este mundo, encomienda a los
apóstoles seguir adelante su misión evangelizadora.
Preces de los fieles
Sacerdote: La glorificación
de Cristo, como primogénito de la humanidad, nos invita abrir nuestro corazón a
la gracia y benevolencia de Dios.
Respuesta: Padre, escúchanos.
-Por toda la Iglesia, en la
Jerarquía y en el pueblo santo, para que sea fiel a su misión evangelizadora.
Oremos.
-Por toda la humanidad, para
que reconociendo la soberanía de Cristo, pueda gozar de la justicia y paz de su
reino. Oremos.
- Por todos los que en el
mundo son víctimas de abusos de sus derechos, para que encuentren los caminos y
los medios para hacerles justicia. Oremos
-Por todos los que celebramos
esta fiesta de Cristo glorificado, para que seamos espejos de su gloria e
instrumentos de su salvación. Oremos.
Sacerdote: Dios Padre te pedimos
que acojas benignamente esta intenciones para que en nosotros y en el mundo se
haga realidad la abundante gracia de tu salvación. Por Cristo nuestro Señor.
Monición de envío
Escuchemos y llevemos en
nuestro corazón también nosotros, como los apóstoles, la misión que Jesús
encomendó a su Iglesia al subir al cielo: “Vayan
y proclamen la buena nueva hasta los últimos rincones del mundo”.
…………………………………………
AVISOS PARROQUIALES
1.
Durante esta
semana se llevará a cabo en Tarango una jornada de evangelización, les pedimos
nos apoyen con su oración.
2.
En la noche del próximo
sábado, día 18, de 9:00 a 10:00, tendremos aquí en la iglesia parroquial una
vigilia de oración para invocar al Espíritu Santo sobre la Iglesia y el mundo.
Invitamos a participar.
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