Solemnidad de Corpus Christi - B
Monición de entrada
Paz y bien. Al celebrar esta fiesta solemne del Cuerpo de Cristo sacramentado, la Iglesia se une para dar gracias a Dios por este sacramento admirable, que ha dado tantos frutos de santidad, que ha llenado de gozo, de paz y de amor tantos corazones. Que nuestra Eucaristía sea nuestro sincero homenaje de agradecimiento por este sacramento inefable que nos une y nos renueva en el amor de Dios y de los hermanos.
Monición a la primera lectura- Ex 24, 3-8
Nos recuerda la primera lectura el sacrificio de Moisés al pie del monte Sinaí con cuya sangre rocía al pueblo y ratifican así el compromiso de servir a Dios fielmente.
Monición al salmo 115
A través del salmo expresamos nuestros deseos de agradecer a Dios todos sus beneficios, que nosotros lo hacemos mediante la Eucaristía.
Monición a la segunda lectura- Hebreos 9, 11-15
En la siguiente lectura se compara el sacrificio de Cristo con los del Antiguo Testamento o Antigua Alianza, poniendo de relieve que el sacrificio de Cristo, ofrecido una vez, nos purifica y reconcilia con Dios.
Monición a la Secuencia
Escuchemos ahora este himno a la Eucaristía, que llamamos Secuencia, que nos relata y describe las dimensiones sacramentales y santificadoras de este sacramento.
Monición al evangelio – Mc 14, 12-26
Escuchemos ahora el relato de la institución de la Eucaristía en la última Cena, anunciando la nueva Alianza de salvación en la sangre de Jesucristo.
PRECES DE LOS FIELES
Sacerdote:
Conscientes del gran misterio y regalo que es para nosotros la Eucaristía, dirijamos con fe nuestras intenciones a Dios, diciendo:
Señor, danos siempre de tu pan.
-Por la santa Iglesia, por sus ministros, para que sean fieles administradores de la gracia de Dios en la Eucaristía. Oremos.
-Por los que dirigen los destinos de los pueblos, para que sean celosos de administrar a sus pueblos la abundante riqueza de los bienes de la tierra. Oremos.
-Por todos los que sufren hambre de alimento, de amor, de compañía, de salud de cuerpo o de alma, para que Dios se haga presente en sus vidas, llenando sus corazones de paz y felicidad. Oremos.
-Por los ministros extraordinarios de la eucaristía, para que siendo fieles en su ministerio, lleven a los enfermos el consuelo y la gracia de Cristo sacramentado. Oremos.
-Por nuestra parroquia, para que la celebración de la Eucaristía, sea una exigencia y fuerza continuas de vivir unidos como cuerpo místico de Cristo. Oremos.
Sacerdote: Acoge en tu bondad estos deseos y oraciones para que todos y cada uno de nosotros tengamos la vida abundante que tu Hijo Jesucristo nos ha dejado en este sacramento inefable.
Monición de envío: Alimentados con el cuerpo del Señor, signo sacramental de su vida divina, sigamos nuestro camino de la vida como testigos de su presencia y de su amor constantes entre nosotros.
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