"Cuando aquella mujer, una siria de Fenicia y pagana, le rogaba a Jesús que le sacara el demonio a su hija, Él le respondió: "Deja que coman primero los hijos. No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos". La mujer le replicó: "Sí, Señor; pero también es cierto que los perritos, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños". Mc 7, 24-30. Un ejemplo de la oración que confía en la bondad de Dios, y de la intercesión de la Iglesia por nosotros.
jueves, 12 de febrero de 2015
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