DOMINGO XXX DEL
TIEMPO ORDINARIO – LUZ EN MI SENDERO
AMBIENTACIÓN
GENERAL
Paz
y bien. El camino y la luz son dos signos importantes de la vida y de la misión
de Cristo. El se proclamó como luz del mundo y como camino que conduce a la
vida. Hacer un camino requiere de dirección y luz; seguir a Jesús por su camino
incluye dejarnos iluminar por él. Ello nos hace recordar que la experiencia
cristiana es una experiencia de por vida en el seguimiento de Cristo. Que la
liturgia de hoy nos sirva para acercarnos a Jesús, fortalecer la luz de nuestra
vida y seguir con más fidelidad su camino.
Monición a
la 1ª lectura - Jeremías 31, 7-9
Escucharemos
ahora la invitación a la alegría y a la celebración que el profeta Jeremías
dirige a su pueblo porque, quienes habían sido desterrados, vuelven ya a su
propia tierra.
Monición al
salmo 125
El
salmo se hace eco del mensaje del profeta y nos invita a proclamar que el Señor
hace grandes obras por su pueblo. Que sea una oración que renueve nuestra
confianza en medio de nuestras pruebas.
Monición a la 2ª
lectura – Hebreos 5, 1-6
Nos
invita la segunda lectura a considerar el misterio y don que Dios concede a
algunos, y por medio de ellos a la Iglesia, a través del sacerdocio, que
encarna la misión y el servicio salvador de Cristo. Escuchemos.
Monición al
evangelio – Marcos 10, 46-52
En
un breve relato de la curación de un ciego, nos expone el evangelio la
dimensión fundamental de la experiencia cristiana de vida, que es seguir a
Jesucristo.
PRECES DE LOS
FIELES
Sacerdote: Como
si Jesús pasara junto a nosotros en esta eucaristía, nos atrevemos a decir a
cada petición con el ciego de Jericó: Jesús Hijo de David, ten compasión de
nosotros.
-
Por todos nuestros pastores en la
Iglesia, para que con acierto y firmeza nos marquen y guíen por el camino de
Jesús. Oremos.
-
Por todos los líderes civiles, para
tengan la luz de la responsabilidad y de la justicia para guiar a los pueblos a la prosperidad y a la
plenitud de su dignidad. Oremos.
-
Por todos los que en nuestro tiempo, en
nuestra sociedad, están sentados a la vera del camino, víctimas de sus
necesidades y carencias. Oremos.
-
Por todos nosotros los que hemos
recibido la luz del bautismo para que sigamos decididamente a Jesús por el
camino de la vida que él nos marca. Oremos.
Sacerdote: Padre
bueno, que nos has enviado a tu Hijo para llevarnos de las tinieblas a la luz,
acoge estas peticiones para que caminemos con decisión y esperanza por el
camino que él nos enseña. Por Cristo N. Señor.
Monición
de envío
Después de
renovar en la Eucaristía la luz y la gracia que nos harán más fieles en el
seguimiento de Jesús, volvamos con alegría al camino de cada día con la
seguridad de que Cristo va siempre delante de nosotros.
Avisos
parroquiales
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