viernes, 26 de octubre de 2012


DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO – LUZ EN MI SENDERO

 

AMBIENTACIÓN GENERAL

Paz y bien. El camino y la luz son dos signos importantes de la vida y de la misión de Cristo. El se proclamó como luz del mundo y como camino que conduce a la vida. Hacer un camino requiere de dirección y luz; seguir a Jesús por su camino incluye dejarnos iluminar por él. Ello nos hace recordar que la experiencia cristiana es una experiencia de por vida en el seguimiento de Cristo. Que la liturgia de hoy nos sirva para acercarnos a Jesús, fortalecer la luz de nuestra vida y seguir con más fidelidad su camino.

 

Monición a la  1ª lectura - Jeremías 31, 7-9

Escucharemos ahora la invitación a la alegría y a la celebración que el profeta Jeremías dirige a su pueblo porque, quienes habían sido desterrados, vuelven ya a su propia tierra.

 

Monición al salmo 125

El salmo se hace eco del mensaje del profeta y nos invita a proclamar que el Señor hace grandes obras por su pueblo. Que sea una oración que renueve nuestra confianza en medio de nuestras pruebas.

 

Monición a la 2ª lectura – Hebreos 5, 1-6

Nos invita la segunda lectura a considerar el misterio y don que Dios concede a algunos, y por medio de ellos a la Iglesia, a través del sacerdocio, que encarna la misión y el servicio salvador de Cristo. Escuchemos.

 

Monición al evangelio – Marcos 10, 46-52

En un breve relato de la curación de un ciego, nos expone el evangelio la dimensión fundamental de la experiencia cristiana de vida, que es seguir a Jesucristo.

 

PRECES DE LOS FIELES

Sacerdote: Como si Jesús pasara junto a nosotros en esta eucaristía, nos atrevemos a decir a cada petición con el ciego de Jericó: Jesús Hijo de David, ten compasión de nosotros.

 

-        Por todos nuestros pastores en la Iglesia, para que con acierto y firmeza nos marquen y guíen por el camino de Jesús. Oremos.

-        Por todos los líderes civiles, para tengan la luz de la responsabilidad y de la justicia para guiar  a los pueblos a la prosperidad y a la plenitud de su dignidad. Oremos.

-        Por todos los que en nuestro tiempo, en nuestra sociedad, están sentados a la vera del camino, víctimas de sus necesidades y carencias. Oremos.

-        Por todos nosotros los que hemos recibido la luz del bautismo para que sigamos decididamente a Jesús por el camino de la vida que él nos marca. Oremos.

Sacerdote: Padre bueno, que nos has enviado a tu Hijo para llevarnos de las tinieblas a la luz, acoge estas peticiones para que caminemos con decisión y esperanza por el camino que él nos enseña. Por Cristo N. Señor.

 

Monición de envío

Después de renovar en la Eucaristía la luz y la gracia que nos harán más fieles en el seguimiento de Jesús, volvamos con alegría al camino de cada día con la seguridad de que Cristo va siempre delante de nosotros.

 

Avisos parroquiales

 

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