sábado, 14 de julio de 2012

Moniciones dominicales

DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO – Julio 15



Ambientación general

Paz y bien. Dentro de la historia de salvación junto al llamado está la misión. Son dos dimensiones del misterio de la vocación. “Jesús llamó a los Doce y los envió de dos en dos” nos recuerda hoy el Evangelio. Junto al magisterio, que Iglesia hereda de Jesús, también ella participa de la misión de Jesús. Y esa misión tiene una dimensión interna, como lo describe hoy san Pablo: ser santos por el amor, y una dimensión externa: hacer presente el Reino de Dios. Que nuestra Eucaristía sea la oportunidad para renovarnos en la conciencia y responsabilidad de esta misión eclesial.



Monición a la 1ª lectura – Profeta Amós 7, 12-15

Nos presenta este breve relato de la vocación del profeta Amós el contraste vocacional: el llamado de Dios y el rechazo de los hombres. Escuchemos.



Monición al Salmo (84)

La misericordia de Dios es clave en toda la historia de salvación; ella nos garantiza las promesas de Dios y el éxito en nuestra misión. Unámonos en esta oración: Muéstranos, Señor, tu misericordia.



Monición a la 2ª lectura – Efesios 1, 3-14

Escuchemos con devoción y admiración cómo nos describe san Pablo nuestra vocación cristiana, llena de bendiciones en Cristo y garantizada por su Espíritu.



Monición al Evangelio – Marcos 6, 7-13

Con el estilo breve peculiar de san Marcos, se nos describe en este pasaje evangélico el compendio de la vocación y misión de los apóstoles, heredadas por la Iglesia.



PRECES DE LOS FIELES

Sacerdote:

Animados por nuestra fe en la misión que hemos recibido para llevar a los demás la buena nueva del Evangelio, oremos con confianza:

Respuesta: Padre nuestro, escucha nuestra oración.

-        Por la Iglesia, para que lleve a cabo con fidelidad la misión que Cristo le encomendó en la persona de los apóstoles. Oremos.

-        Por la paz y la justicia en todos los países, particularmente en México. Oremos.

-        Por todos los más necesitados en nuestra sociedad de la buena nueva del amor y de la paz. Oremos.

-        Por todos nosotros, para que viviendo con alegría nuestra vocación cristiana, seamos testigos del Evangelio de Jesús. Oremos.

Sacerdote: Padre de bondad, que la misión salvadora encomendada a la Iglesia se haga sentir en los corazones de todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Por Cristo N. Señor.



AVISOS



Monición de envío

Cristo, que envió de dos en dos a sus discípulos, renueva su misión en nosotros. Que nuestra vida sea una experiencia creíble de la buena nueva de Jesús para nuestra sociedad.

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