DOMNGO XVI . T.O. – B
Ambientación general
Paz y bien. Como nos recuerda el evangelio de hoy, nuestra celebración dominical nos ofrece la oportunidad de descansar y desahogar todo lo que nos preocupa, como Jesús lo quiso hacer con los apóstoles. Nosotros estamos entre la multitud que lo busca y de quienes Jesús se compadece, y nos ofrece su guía y su protección, como buen pastor de todos nosotros. Con este espíritu celebramos hoy nuestra Eucaristía.
Monición a la 1ª. Lectura – Jer 23, 1-6
Nos presenta el texto que vamos a escuchar el gran drama de quienes han sido elegidos para guiar al pueblo de Dios, pero no lo hacen de acuerdo al plan de Dios y las necesidades del pueblo sino de acuerdo a sus intereses personales.
Monición al salmo 22
En contraste y como ejemplo, el salmo que vamos a proclamar nos recuerda cómo Dios, el buen pastor de su pueblo, cuida de nosotros y provee por nuestras necesidades.
Monición a la 2ª. Lectura – Efesios 2, 13-18
Jesús es el buen pastor, que con su misión salvadora ha reunido al pueblo de Dios, incluso a toda la humanidad, para gozar de la paz y la reconciliación.
Monición al Evangelio – Mc 6, 30-34
Mientras que Jesús ofrece a los apóstoles la oportunidad de descansar y convivir a solas con él, la gente lo busca y él se compadece de ellos.
Preces de los fieles
Sacerdote: Con toda nuestra confianza en Dios nuestro Padre y en Cristo el buen Pastor, que quieren nuestro bien y felicidad, les presentamos humildemente nuestras necesidades.
Respuesta: Padre, escúchanos.
- Por la santa Iglesia, particularmente sus pastores, para desempeñen con celo y solicitud su misión en favor del pueblo de Dios. Oremos.
- Por todos los que tienen la responsabilidad de cuidar la sociedad civil, para que también ellos sean solícitos en la administración de bienes y gobiernos de sus ciudadanos. Oremos.
- Por todos aquellos, que como ovejas sin pastor, andan por los caminos de la vida, careciendo de las necesidades básicas de alimento, vestido y hogar. Oremos.
- Por todos nosotros, para que sepamos aprovechar las oportunidades de vida y de gracia, que Dios nos da en su providencia por medio de la Iglesia. Oremos.
Sacerdote: Dios, lleno de amor y de misericordia, acoge estas intenciones y necesidades que te hemos presentado en favor de tu pueblo y de toda la humanidad. Por Cristo N. Señor. Amén.
AVISOS
Monición de envío
Habiendo experimentado en esta Misa la solicitud de Cristo, que como buen pastor, nos ha alimentado con su Palabra y con su cuerpo, volvamos a nuestros hogares con la inquietud de compartir de lo que hemos recibido con quienes Dios ponga en el camino de nuestra vida.