sábado, 12 de noviembre de 2011

MONICIONES DOMINICALES

DOMINGO XXXIII DEL T.O. – A

Monición de entrada
Paz y bien. Favor de apagar sus celulares. Las lecturas que vamos a escuchar en este domingo nos invitan a considerar seriamente qué tan responsables somos en nuestra vida de todo lo que Dios ha puesto a nuestro alcance como medios y talentos personales. Ello tiene que ver también con nuestra responsabilidad con la construcción de un mundo mejor, de acuerdo a los planes de Dios, que quiere que todos gocemos de su providencia y así demos testimonio de su bondad y paternidad universal. Que nuestra Eucaristía nos motive y fortalezca en esta vocación y misión.

Monición a la 1ª lectura – Prov. 31, 10-31
A través de la descripción de una fiel y responsable madre de familia, se ejemplariza a la persona que sabe trabajar con los talentos que Dios le ha dado.Escuchemos.

Monición al Salmo 127
En el salmo que proclamamos a continuación, y que resumimos en la respuesta “Dichoso el que teme al Señor”, se describen algunas ventajas de ser respetuoso de la vocación y talentos que Dios ha asignado a cada uno de nosotros.

Monición a la 2ª lectura – I Tes 5, 1-6
De nuevo escuchamos a San Pablo que nos alerta sobre la necesidad de estar preparados, viviendo de una manera digna, para dar cuentas de nuestra vida en el momento en que Dios nos llame.

Monición al Evangelio – Mt 25, 14-30
Escuchemos  la parábola que concentra la enseñanza principal de este día en torno al mensaje de estar preparados para responder de nuestra  vida, que se presenta como la oportunidad de administrar los talentos que Dios nos ha regalado en nuestra vida.

PRECES DE LOS FIELES
Sacerdote: Con toda la confianza de hijos, nos dirigimos ahora a nuestro Padre Dios, expresándole nuestras necesidades  y las de todos sus hijos en el mundo.
Respuesta: Padre nuestro, atiende nuestra oración.
-Por la Iglesia en todos sus miembros, para que seamos fieles en la administración de todos los dones de conocimiento y gracia que hemos recibido para ser luz del mundo y sal de la tierra. Oremos.
-Por todos los líderes políticos del mundo, para que sean fieles también en la administración de los recursos de sus países para bien y prosperidad de todos sus ciudadanos. Oremos.
-Por todos los que, de diversas formas, tienen la oportunidad y la responsabilidad de servir en la sociedad, para que lo hagan con fidelidad a su cargo y a las necesidades de sus conciudadanos. Oremos.
- Por todos los que sufren las consecuencias de la violencia y la injusticia en nuestro mundo y en nuestro país, para que Dios se les como Padre providente, sea que vivan hayan muerto. Oremos.
-Por quienes creemos en el mensaje de Jesucristo para que pongamos todos nuestros recursos al servicio de la paz y de la unidad en nuestra sociedad. Oremos.

Sacerdote: Padre bueno, que quieres que todos tus hijos gocemos de paz y prosperidad, acoge favorablemente estas oraciones que te presentamos en favor de todos, por Jesucristo Nuestro Señor.

MONICIÓN DE ENVÍO
Hemos proclamado en el Salmo responsorial “Dichoso el que honra al Señor y sigue sus caminos”. Que en nuestro corazón llevemos esta inquietud para hacer de nuestra vida un regalo a Dios y a nuestro prójimo,  siendo instrumentos de su amor y de su paz.



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