En aquel tiempo, Jesús levanto los ojos al cielo y dijo: “Padre santo, cuida de tu nombre a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me diste; yo velaba por ellos y ninguno de ellos se perdió, excepto el que tenía que perderse, para que se cumpliera la Escritura.Jn, 17, 11-19. Vigilar mucho que nadie interfiera en la comunidad provocando la división.
miércoles, 20 de mayo de 2015
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