"Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron, pero a quienes lo recibieron les concedió poder llegar a ser hijos de Dios" Jn 1,1-18. Esta es la gracia de abrir nuestro corazón y nuestra vida a Cristo Jesús nuestro Salvador.
miércoles, 31 de diciembre de 2014
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