miércoles, 31 de diciembre de 2014

DÍA 1° DE AÑO

FIESTA DE LA MATERNIDAD DE LA VIRGEN MARÍA- 1º de enero Monición ambiental Paz y bien. Al terminar un año pensamos en agradecer a Dios todo lo bueno que hemos recibido de su Providencia, y al comenzar un nuevo año pensamos en que esta providencia divina siga protegiéndonos. La Iglesia, al celebrar en el primer día del año la Maternidad divina de la Virgen María nos invita a pensar en ella que proclama la grandeza del Señor y se pone a su servicio incondicionalmente. La Iglesia nos propone también celebrar en el primero de año la Jornada mundial de la Paz. El Papa nos ha propuesto como lema para este año: “hermanos, no esclavos”. Que nuestra Eucaristía sea una acción de gracias sincera, que se traduzca en una vida comprometida en agradar a Dios y promover la paz entre todos y para todos. Monición a la 1ª lectura – Números 6, 22-27 La primera lectura nos inspira a poner toda nuestra vida bajo la bendición de Dios, que nos asegura su Providencia. Escuchemos. Monición al salmo 66 Nos invita el salmo a ponernos bajo el cuidado de Dios, reconociendo nuestra condición humana y pidiendo su bendición. Monición a la 2ª lectura – Gálatas 4, 4-7 En breves palabras hace referencia san Pablo a la maternidad de María al describirnos el plan salvador de Dios, enviándonos a su Hijo, nacido de mujer como nosotros. Monición al Evangelio – Lucas 2, 16-21 Escuchemos ahora una breve evocación de la vida de Jesús con la Virgen María y San José en los primeros días después de su nacimiento; sobre todo la unión entre ellos como familia de fe. PRECES DE LOS FIELES Sacerdote: Confiando y agradeciendo plenamente el amor de Dios, que hace tantas maravillas en nuestro favor, le presentamos nuestras inquietudes y necesidades. Respuesta: Padre nuestro, escúchanos. -Por la Iglesia, para que sea fuerza espiritual y voz universal en favor de la paz. Oremos. -Por todos los gobernantes, para que trabajen prácticamente por la paz en sus países y en todo el mundo. Oremos. -Para que todos los ciudadanos, especialmente los cristianos, nos sintamos responsables de la paz en todos los niveles donde nos toca vivir. Oremos. -Para que reconociéndonos como hermanos todos los seres humanos hagamos posible la vida en paz y concordia, en equidad y justicia para todos. Oremos. -Agradeciendo a Dios su providencia amorosa y paterna sobre nosotros y sobre la historia humana en este año que termina. Oremos. Sacerdote: Acoge, Padre, en tu bondad, estas intenciones para que, bajo tu providencia, nuestra vida se desarrolle en la paz. Por Cristo N. Señor. Monición de envío Que el mensaje de paz, típico de Navidad, encuentre un corazón abierto en cada uno de nosotros con el compromiso de hacerlo realidad en los ambientes de nuestra vida personal, religiosa, familiar y social.

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