viernes, 26 de septiembre de 2014

MONICIONES

DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO Monición de entrada Paz y bien. Cada domingo el Señor nos invita a participar con él en la labor de establecer su Reino. Escucharemos la invitación que nos hace, como a los hijos de la parábola del evangelio, a trabajar en su viña. Hoy, en el ambiente espiritual de la novena a san Francisco de Asís, queremos tomar en cuenta la inmensa labor de construir un mundo, un país, donde se establezca la unidad. El santo nos sugiere la fraternidad como tarea y camino para la unidad: convencernos de que todos los seres humanos somos hermanos y hemos de tratarnos como tales. Preparemos nuestro corazón para que el Señor nos renueve y nos haga fieles colaboradores suyos en esta tarea. Monición a la 1ª lectura – Ez 18, 25-28 A veces cuestionamos el modo de actuar de Dios en la historia, y también el modo cómo se suceden los acontecimientos. Esta lectura responde a estos cuestionamientos, escuchemos. Monición al salmo 24 Ante las discrepancias que descubrimos en nuestra vida en relación a los pensamientos y caminos de Dios, le dirigimos la oración que nos sugiere el siguiente salmo. Monición a la 2ª lectura – Fil 2, 1-11 Frente a nuestras actitudes y sentimientos humanos, que nos llevan a menudo a la competencia y autocomplacencia san Pablo nos recuerda el ejemplo de Jesucristo, que nos invita a tener los sentimientos de Cristo y sus actitudes de vida. Escuchemos. Monición al Evangelio – Mt 21, 28-32 Obras son amores. ¿Cuántas veces nuestro amor o nuestra fe en Dios se quedan en promesas y deseos? Escuchemos cómo Jesús nos invita a la sinceridad y coherencia de vida en este pasaje evangélico. PRECES DE LOS FIELES: Sacerdote: Conscientes de la necesidad de la gracia continua de Dios para ser fieles a sus planes de salvación para todos, nos dirigimos a Él en oración. Respuesta: Dios de bondad, acoge nuestra oración. - Por la Iglesia de Dios, para que sea santa en todos sus miembros y solícita en la tarea que Cristo nos ha encomendado. Oremos. - Por todos los llamados a servir a la sociedad y al mundo en puestos de autoridad, para que sean fieles a sus compromisos y a la confianza de sus ciudadanos. Oremos. - Por todos los que sufren de diversas formas y en tantos países y para que todos colaboremos en hacer un mundo más justo y respetuoso de los derechos de todos. Oremos. - Por nosotros, para que a ejemplo de Cristo, el hijo obediente, para que seamos fieles a nuestros compromisos, inherentes a nuestra propia vocación cristiana. Oremos. - Para que el ejemplo y el espíritu de fraternidad de san Francisco nos inspire en el camino de la solidaridad con los demás por un mundo más humano y cristiano. Oremos. Sacerdote: Dios de bondad, sé propicio a estas plegarias que te dirigimos en nombre de todos nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo. Por Cristo N. Señor. Amén. AVISOS 1.El día 3, viernes, después de la Misa vespertina de las 7:00, celebraremos el Tránsito o muerte de san Francisco. Invitamos a todos a participar en esta celebración con los Hermanos Capuchinos de esta Comunidad religiosa. 2. El día 4, fiesta de san Francisco de Asís, tendremos la Misa principal a las 7:00 de la noche y a continuación un convivio en el atrio de la iglesia. En el barrio de Tarango se celebra la fiesta patronal del mismo y la Misa principal será el domingo a las 12:00 del mediodía y el día 4 a las 6:00 de la tarde. 5. Un último llamado a los padres de familia que tienen niños o niñas en edad para acudir al catecismo, sobre todo para prepararse a la confirmación y 1ª comunión. También se ofrece curso de preparación a la confirmación a jóvenes y adultos; las pláticas son el domingo a las 11:00 de la mañana. 6. Les recordamos que tenemos un grupo, llamado CADIAM, de catequesis para niños con capacidades diferentes; este grupo se reúne los sábados a las 4:00 p.m. cada quince días. Monición de envío Llevando en nuestro corazón la palabra del Señor, que nos invita a trabajar en su viña, volvamos a nuestra vida familiar, social y laboral, con el deseo de ser signos de la presencia de su Reino entre nosotros, sabiendo traducir nuestra fe en obras de vida.

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