San Mateo 13, 44-46 "El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró". Dos parábolas que nos ayudan a conocer la gracia de nuestra vocación cristiana y cómo la hemos de cultivar.
miércoles, 30 de julio de 2014
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