sábado, 29 de septiembre de 2012

DOMINGO XXVI DEL T.O.

Monición inicial
Paz y bien. Las palabras son expresión fundamental de nuestra vida. Una de las imágenes preferentes de Cristo es la de ser Palabra de Dios encarnada.La primera parte de la Eucaristía nos prepara con la Palabra de Dios a participar en el misterio pascual de Cristo. Se dice en las lecturas de la Misa que este poder de hablar en nombre de Dios no está restringi...
do a ningún grupo o persona ni dentro ni fuera de la Iglesia. Y en esta línea hoy recordamos a San Francisco de Asís, cuya novena estamos celebrando, como un gran profeta de su tiempo, que dejó a sus hermanos en la Orden franciscana la herencia espiritual de “vivir según el santo Evangelio de N. Señor Jesucristo” y de ir por el mundo anunciando las dulcísimas Palabras del Señor.

Monición a la 1ªlectura – Números 11,25-29
Escuchemos en el siguiente relato del libro del los Números cómo Dios da a Moisés y a otros setenta ancianos la oportunidad de hablar en su nombre para beneficio de su pueblo.

Monición al Salmo 18
Proclamamos en este salmo que la Palabra de Dios, en la que se nos manifiesta su voluntad y sus mandamientos, es una fuente de alegría.

Monición a la 2ª lectura – Santiago 5, 1-6
Nos recuerda Santiago con palabras muy fuertes que las riquezas pueden ahogar el corazón y hacernos insensibles a las necesidades del prójimo.

Monición al Evangelio – Mc 9, 38-48
Entre los dichos evangélicos y principios de conducta que enumera el evangelio de hoy, se recuerda el respeto que nos hemos de tener dentro de la diversidad de credos y religiones.

PRECES DE LOS FIELES
Sacerdote: Conscientes de la importancia del don de la Palabra y de la profecía en la vida de la Iglesia, dirigimos a Dios nuestra intenciones para que este servicio nos una en una misma fe.
Respuesta: Cristo, Palabra del Padre, escúchanos.
- Por la santa Iglesia, para que sea fiel al ministerio de la Palabra y de la profecía, que Cristo le encomendó. Oremos.
- Por todos los servidores públicos, para que sean fieles a las promesas y propuestas que han hecho a sus ciudadanos. Oremos.
- Por todos los que en la Iglesia ejercen el ministerio de la Palabra por medio de la enseñanza, la catequesis o la evangelización, para que sean celosos en proclamar y enseñar las santas palabras del Señor. Oremos.
- Por nuestras familias en la parroquia, para que sientan la inquietud y responsabilidad de conocer y compartir la buena nueva del Evangelio. Oremos.
Sacerdote: Padre de bondad, acoge estas intenciones que con fe plena hemos puesto ante tu benevolencia providente, por Cristo N. Señor. Amén.

Monición de envío
Hemos celebrado la fuerza salvadora de la Palabra de Dios y hemos escuchado que todos tenemos la oportunidad y gracia de compartirla; que sintamos en nuestra vida de esta semana, a imitación de san Francisco de Asís, el gozo de compartir con quienes lo necesiten la sabiduría del Evangelio de Jesucristo.

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