"A vino nuevo, odres nuevos" Mc 2, 18-22. De nuevo la Palabra de Dios nos invita renovarnos, no aferrarnos a costumbres de conveniencia personal sino a estar a la escucha constante de la voz de Dios, como oíamos ayer a Samuel: "habla, Señor, que tu siervo escucha"
lunes, 16 de enero de 2012
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