sábado, 30 de julio de 2011

MONICIONES

XVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

MONICIÓN DE ENTRADA
Paz y bien. Nuestra vida puede quedar absorbida por los afanes y preocupaciones si no estamos bien agarrados a la providente mano de Dios nuestro Padre. Y cuando venimos a la Iglesia, cuando celebramos la Eucaristía, ¿encontramos la seguridad y tranquilidad que necesitamos?
La Palabra de Dios a escuchar con fe incondicional a Dios, que nos invita a encontrar en Él la verdadera fuente de la vida.

Monición a la 1ª lectura  Isaías 55,1-3
Escuchemos con atención y confianza la invitación que nos hace el profeta Isaías en nombre de Dios a desahogar en Él todas nuestras inquietudes y encontrar también en Él la satisfacción de nuestras necesidades.

Monición al salmo 144
A nuestro Padre Dios, lleno de amor y solicitud por todos y cada uno de sus hijos lo aclamamos con el salmo responsorial.

Monición a la 2ª lectura – Romanos 8, 35. 37-39
San Pablo nos invita a fortalecer nuestra fe en Dios apoyados en el amor que nos ha mostrado en su Hijo Jesucristo.

Monición al Evangelio – Mt 14, 13-21
Escuchamos la historia tan conocida de multiplicación de los panes, pero que puede traer un mensaje nuevo a nuestra vida.

PRECES DE LOS FIELES
Sacerdote: Después de fortalecer nuestra fe en la providencia de Dios a través de la liturgia de la Palabra, nos dirigimos a El con renovada confianza filial.
Respuesta: Padre providente, escúchanos.
-         Por la Jerarquía de la Iglesia, para que sepan como Jesús ayudar en todas las necesidades a quienes Dios les ha encomendado en su labor pastoral. Oremos.
-         Por el nuevo Obispo de nuestra VI Vicaría,  Msr. Crispín Ojeda Márquez, que hoy comienza su servicio pastoral en la Diócesis, para que siempre sea asistido por el Espíritu Santo en su ministerio episcopal. Oremos.
-         Por los líderes de los gobiernos, para que busquen todos los medios a su alcance para ayudar en todas las necesidades, sobre todo sociales y materiales de sus ciudadanos. Oremos.
-         Por todos los más necesitados de nuestra humanidad y de nuestra sociedad, para que encuentren en la solidaridad de todos el remedio  permanente a sus necesidades. Oremos.
-         Por nosotros, para que sintamos siempre la inquietud por compartir de lo que tenemos y estemos disponibles para quienes estén a nuestro alcance, en la medida que nos necesiten. Oremos.

Sacerdote: Padre de bondad, puesto que estás cerca de quienes te invocan, acoge con misericordia estas peticiones que te hemos hecho y que te presentamos en nombre de Cristo tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Monición de envío
Por los caminos de la vida nos encontraremos a muchos necesitados; que sepamos ser signo eficaz de la providencia de Dios y de la solidaridad de Cristo por cada uno de ellos.


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