DOMINGO XV DEL T. O. – A
Monición de entrada
Paz y bien. Nuestro Dios es un Dios benevolente y generoso con sus creaturas, por ello invocamos y creemos en la providencia de Dios. Es el mensaje de la Palabra de Dios en la eucaristía de hoy, que tiene sus aplicaciones sobre todo al campo de la vida espiritual, a la historia de salvación que ha llevado a cabo tan maravillosamente en nuestro favor y por medio de si Hijo Jesucristo. Con esta certeza reconfortante y con un corazón agradecido por todo ello, nos disponemos a celebrar la Eucaristía de hoy.
Monición a la 1ª lectura – Is 55, 10-11
A través de una sencilla imagen de la vida natural, nos dice el profeta Isaías que la gracia de Dios será eficaz en nuestra vida si nosotros estamos abiertos a ella. Escuchemos.
Monición al salmo – S. 64
El salmo es como un cántico a la providencia de Dios, que se muestra abundante y diferente con cada una de las creaturas de la naturaleza que admiramos y gozamos.
Monición a la 2ª lectura – Rm 8, 18-21
Nos recuerda la primera lectura en palabras de san Pablo que toda la creación y, con más razón, toda la humanidad están esperando que quienes creemos en Cristo, manifestemos en nuestra vida la riqueza espiritual que ello supone para todos.
Monición al Evangelio – Mt 13, 1-23
Escuchemos de nuevo la parábola del sembrador que viene a recordarnos que la eficacia de la gracia de Dios en nosotros depende en gran parte de nuestra apertura y confianza en la misma.
PRECES DE LOS FIELES
Sacerdote: Inspirados por la palabra de Dios que hemos escuchado, abrimos a Él nuestros labios y nuestro corazón, expresándole confiadamente nuestra necesidades.
Respuesta: Padre bueno, escúchanos.
-Por la santa Iglesia en todos sus miembros, especialmente su jerarquía, para que administre generosamente la gracia de Dios a todos los que lo buscan. Oremos.
-Por nuestras autoridades y las de todos los países, para que sean incansables en procurar el bien y los derechos de todos sus ciudadanos. Oremos.
-Por todos los más necesitados de bienes espirituales y materiales, para que la Providencia de Dios se muestre generosa con todos ellos. Oremos.
-Por nosotros, que hemos sigo bendecidos con tantas gracias espirituales al conocer a Cristo en la Iglesia, para que correspondamos generosamente y animemos a nuestra humanidad con nuestro trabajo por un mundo mejor en paz y justicia. Oremos.
Sacerdote: Dios y Padre nuestro, anima nuestros trabajos y fecunda nuestras oraciones para que todos podamos gozar de tu providencia amorosa y generosa. Por Cristo nuestro Señor.
Monición de envío
Como el sembrador que salió a sembrar, nosotros salimos a nuestra vida después de llenar nuestro corazón con la semilla de la gracia y de la bondad de Dios; que sepamos compartir con ellos esta semilla recibida para nuestro bien y de quienes estén con nosotros.
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