sábado, 14 de marzo de 2015

moniciones

DOMINGO IV DE CUARESMA – B Monición de entrada Paz y bien. Favor de apagar sus celulares. A medida que nos acercamos a la gran celebración de la muerte redentora de Cristo, la Iglesia quiere poner de relieve que todo es fruto y signo del amor de Dios a la humanidad. Vamos a escuchar en las lecturas de hoy diversos ejemplos y formas de expresar esta verdad fundamental de la historia de la humanidad. Dispongamos nuestro espíritu para vivir la Eucaristía en esta actitud espiritual. Monición a la 1ª. Lectura – II Cron 36, 14-23 Se hace en esta lectura un resumen de la historia del pueblo de Israel: su rebeldía contra Dios, las invitaciones de Dios a convertirse, las pruebas por las que pasaron, entre ellas el exilio, y por fin la liberación y vuelta a su tierra. Todo ello una historia de la providencia amorosa de Dios. Monición al salmo 136 En este salmo se recuerda algo semejante a lo que nos ha contado la primera lectura, proclamando las obras que Dios hizo en favor de su pueblo. Monición a la 2ª. Lectura – Ef 2, 4-10 Con palabras claras describe san Pablo a los cristianos de Éfeso que Dios ha desplegado en favor nuestro una historia de salvación, en la que ha demostrado su generosidad en el perdón de nuestros pecados. Monición al Evangelio - Jn 3, 14-21 Escuchemos ahora con atención cómo describe san Juan el amor inefable de Dios al darnos a su Hijo como nuestro salvador, de manera que nuestra fe se centre en asumir este amor de Dios al celebrar el misterio pascual de Cristo. Reflexión homilética - El mensaje de la Palabra de Dios nos quiere hacer creer en el amor de Dios a la humanidad; - Y esto que puede sonar como una pretensión seductora de Dios, no lo es. Es el gran misterio que necesitamos entender. Hemos presentado la historia de salvación como una historia de un Dios justiciero que incluso manda a su Hijo a la cruz. - Nos dice claramente el evangelio que no es así, al contrario, es la prueba máxima de amor a la humanidad. - Dejemos que querer ganarnos el favor de Dios, pues ya nos lo ha ganado Cristo de forma definitiva y universal. Dios nos ama y esa es la razón y el contenido de los misterios que celebramos. Preces de los fieles Sacerdote: Ante el mensaje del amor de Dios, empeñado en nuestra salvación y felicidad, con gran confianza le presentamos nuestras peticiones. Respuesta: Padre nuestro, escúchanos. - Por la Iglesia, para que sea mensajera y administradora fiel de la misericordia de Dios a toda la humanidad. Oremos. - Por todas las autoridades civiles, para que administren con solicitud y equidad los dones de la providencia de Dios, que tienen en sus manos. Oremos. - Por todos los más alejados del amor y de la gracia de Dios, para que sepan que en Él todos tenemos un Padre, que se quiere nuestra felicidad. Oremos. - Por todos los padres de familia, para que a ejemplo de san José, cuya fiesta celebramos mañana, sean fieles en atender y proveer a todas las necesidades de la familia con amor. Oremos. Sacerdote: Acoge, Padre bueno, estás peticiones fruto de nuestra confianza en tu amor y en tu providencia, por Cristo N. Señor. Amén. Avisos Monición de envío Que el mensaje que hemos escuchado y celebrado en esta Eucaristía sobre la historia de amor que Dios ha hecho por nosotros a través de su Hijo Jesucristo, nos inspire y anime a vivir esta semana en correspondencia de amor hacia los demás.

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